Más de 200 alumnos de una universidad privada de la capital jujeña, están a punto de quedar libres de la cursada, luego de ser estafados por un grupo de estudiantes que le ofrecían un descuento para pagar la cuota mensual.
Si bien la investigación gira alrededor de un estricto hermetismo, nuestro diario pudo saber que la universidad Católica de Santiago del Estero fue alertada a través de una entidad bancaria, que detectaron irregularidades en el cobro de las cuotas desde septiembre del año pasado.
Estas irregularidades involucran a más de 200 alumnos que desde que se alertó sobre la situación, fueron intimados a resolver inmediatamente la situación de pago, para poder rendir finales y en otros casos, para no perder la regularidad de las materias ya cursadas.
Una investigación del El Tribuno de Jujuy logró establecer el mecanismo fraudulento, donde se vieron perjudicados más de 200 alumnos.
Tres jóvenes que hasta el año pasado figuraban como alumnas regulares de distintas carreras de la universidad privada, que ya fueron denunciadas con nombre y apellido, ante la Unidad Fiscal especializada en estos tipos de delitos, ofrecían a sus compañeros el pago de cuota mensual, con un descuento del 20 por ciento. El argumento que las jóvenes tenían, era que la universidad tenía un convenio con un "rapipago", de propiedad de un familiar de ellas.
Fue así que durante el 2024 y el corriente año, más de 200 personas entregaron casi 200 mil pesos por mes a sus compañeras.
Una fuente cercana a la investigación, le confió a nuestro diario que el hecho se puede investigar en el marco de una asociación ilícita, porque no solo están involucradas estas jóvenes encargadas de captar a las víctimas, sino que otras personas habían clonado tarjetas de crédito y con ellas accedían a la página virtual de la universidad, realizaban el pago mensual y emitían el comprobante.
La estafa salió a la luz, luego de que los dueños de las tarjetas clonadas desconocieran el pago y ante esta situación, la entidad bancaria sustrajo la acreditación a la universidad privada. Es decir que los alumnos de la universidad se ven envueltos en una delicada situación, donde pueden ser obligados a dejar de cursar si no regularizan su situación económica en el corto plazo, lo que implicaría que queden libres.
Hay dos cuestiones que la Justicia investiga sobre estos hechos, en primer lugar, el precario sistema de seguridad que cuenta la página virtual de la universidad privada, que evidentemente fue vulnerado, ya que los alumnos que hoy resultaron estafados, pudieron cursar, rendir exámenes e inscribirse durante dos años, sin que el sistema haya detectado estas irregularidades.
La otra, es la estructura fraudulenta que estas personas utilizaron para cometer los delitos, desde clonar tarjetas de crédito, hasta realizar el pago de la cuota mensual.
Los investigadores no descartan que en los próximos días surjan novedades respecto al pedido de detención de las personas que están vinculadas a esta maniobra fraudulenta.