Se cumplieron casi veinte días desde que una mujer, tristemente conocida en el ámbito delictivo como "mechera" fue detenida con más de quince celulares, que había sustraído de un boliche del barrio Alto Comedero de la capital jujeña y todavía los damnificados no lograron recuperarlo.
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Se cumplieron casi veinte días desde que una mujer, tristemente conocida en el ámbito delictivo como "mechera" fue detenida con más de quince celulares, que había sustraído de un boliche del barrio Alto Comedero de la capital jujeña y todavía los damnificados no lograron recuperarlo.
Una fuente que fue consultada por nuestro diario permitió saber que tras la aprehensión de una mujer de 32 años y puesta en libertad en menos de 6 horas, los propietarios de los teléfonos celulares no logran recuperarlos y son sometidos a un llamativo trámite burocrático a cargo de los efectivos de la Seccional 33º.
Resulta ser que un oficial de apellido Mamaní está a cargo de la custodia de los dispositivos móviles y pese a que los damnificados realizaron los correspondientes trámites de rigor, para recuperarlos, se dieron con la ingrata novedad que mientras el oficial esté de descanso u ocupado en otro tema, no pueden molestarlo y peor aún, son despachados a la sede fiscal y desde las oficinas del Ministerio Público de la Acusación, los vuelven a mandar a la Seccional interviniente.
Los damnificados temen que con el correr de los días, no logren recuperar los aparatos o en el peor de los casas, se produzcan cambios de módulos o baterías.
Una mujer de 32 años identificada con el apellido Tolaba, quien tiene antecedentes penales, fue interceptada en el interior de un boliche bailable, con más de quince celulares en su poder.
Los teléfonos quedaron en calidad de secuestro preventivo y hasta la fecha no fueron devueltos.