De nuevo los autos estacionados fueron el blanco del accionar de sospechosos que los forzaron para llevarse las pertenencias que estaban en su interior, en dos hechos sucedidos en los últimos días en el barrio capitalino de Gorriti.
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De nuevo los autos estacionados fueron el blanco del accionar de sospechosos que los forzaron para llevarse las pertenencias que estaban en su interior, en dos hechos sucedidos en los últimos días en el barrio capitalino de Gorriti.
El primero de los casos, según fuentes consultadas por este diario, ocurrió días pasados cerca del mediodía cuando una mujer estacionó su vehículo marca Renault Duster en la cuadra de la calle Urdininea, entre Lisandro de la Torre y Leandro N. Alem.
La víctima dejó su rodado correctamente asegurado y se retiró a realizar compras en los comercios que se encuentran en la zona.
Más tarde la mujer alrededor de las 11.30 regresó para abordar su camioneta y retirarse cuando se encontró con una desagradable sorpresa al observar que la ventanilla de la puerta del conductor estaba baja.
Presa de la desesperación comenzó a revisar si le faltaba algo, por lo cual pudo notar que no se encontraba su cartera, en donde tenía la billetera con la suma de 50 mil pesos, el DNI, dos tarjetas de crédito y una cadenita de oro.
Tras esto la damnificada se dirigió a la Seccional 2° del barrio Gorriti, donde realizó la denuncia de lo sucedido.
Mientras que el segundo caso, en el mencionado sector barrial capitalino, tuvo como escenario la calle Jorge Newbery casi esquina República de Siria, a escasas cuadras del ilícito anterior.
Fue entonces que a las 17, aproximadamente, un hombre dejó estacionado su auto marca Volkswagen Gol Power para regresar cuatros horas después.
En esas circunstancias, cuando la víctima se acercó a su rodado alrededor de las 21, notó que la puerta del conductor estaba forzada, por lo cual sospechó que había sufrido una sustracción.
A raíz de esto abrió la puerta y pudo comprobar que le faltaban del interior del vehículo un estéreo, cuatro parlantes y una bolsa con prendas de vestir.
Finalmente, a los pocos minutos el hombre fue a la unidad policial con jurisdicción en el lugar y radicó la denuncia de lo sucedido en una zona en la que gran parte del día hay numerosos transeúntes.