26 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Caso María Cash: investigan si protegieron al camionero

Las intervenciones telefónicas ponen en duda la participación del círculo íntimo del hombre detenido. Por el hecho, un abogado está imputado por el presunto delito de falso testimonio.

Lunes, 02 de diciembre de 2024 01:02
DETENCIÓN | EFECTIVOS DE GENDARMERÍA APREHENDIERON AL INCULPADO.

El expediente que busca esclarecer la misteriosa desaparición y el supuesto homicidio de la diseñadora bonaerense María Cash, no se frenó con la detención del camionero oriundo de la localidad salteña de Güemes, Héctor Romero, la persona que tuvo el último contacto con la diseñadora.

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El expediente que busca esclarecer la misteriosa desaparición y el supuesto homicidio de la diseñadora bonaerense María Cash, no se frenó con la detención del camionero oriundo de la localidad salteña de Güemes, Héctor Romero, la persona que tuvo el último contacto con la diseñadora.

Ahora, los detectives buscan ahondar sobre la responsabilidad de personas que podrían haber beneficiado al acusado al desviar la investigación con sus testimonios.

Fuentes cercanas a la investigación indicaron que se analizan las declaraciones del empleador de Romero; la de un compañero de trabajo identificado como de Gustavo Lemos y la de David Romero, hermano del detenido.

Estudian si incurrieron en el delito de falso testimonio e incluso, en el encubrimiento de un presunto crimen. La gran pregunta es si, en caso de comprobarse la hipótesis del Cuerpo de Investigadores del Ministerio Público de la Justicia salteña, liderado por Eduardo Villalba, ellos sabían lo que habría ocurrido o lo sospechaban y aun así buscaron incidir en la causa a favor del camionero.

Estas tres personas quedaron en una situación aún más delicada, a raíz de la extracción de las conversaciones que tuvieron tras la difusión de nuevas citaciones. No lo sabían, pero sus teléfonos habían sido intervenidos.

En primer lugar, el empleador de Romero, fue quien dio aviso a David Romero sobre la novedad, el 7 de julio pasado. "Che, compadre, avisale al Romero que lo han sacado en el diario por el tema María Cash. Está la foto, todo. Van a citar de nuevo a todos los testigos", dice el empresario. Y el hermano del camionero responde: "Alguien lo va a ver y le va a pasar el santo". Tras esa conversación, David Romero se comunicó con su hermano y le aconsejó conseguir un abogado.

Y las charlas siguieron. Lemos, el encargado de un supermercado en la localidad salteña de Joaquín V. González, donde Romero descargaba la mercadería que trasladaba desde General Güemes, llamó este 5 de noviembre al camionero, tras recibir la notificación judicial para declarar. Según él mismo admitió en la comunicación, estaba asustado. "Vos tenés que decir que no sabes. Vos no tenés que decir nada", le pidió el ahora imputado.

¿Qué había dicho Lemos 13 años atrás? Que ese día Héctor Romero llegó a las 19.15 al comercio, de acuerdo a las planillas y que "finalizada la descarga a las 21, como es costumbre, Romero se fue a cenar y luego partió de regreso a General Güemes". Sin embargo, el análisis telefónico de las antenas "no sustenta esa demora cenando en González , ya que la línea impactó a las 21.07 saliendo de esa localidad", anotaron los detectives sobre esa presunta contradicción.

El pasado 7 de noviembre David Romero llamó al hijo del empleador de su hermano, "La tiene complicada", admite el hermano del camionero. "No sé cómo zafará. Ahora lo único que queda es apechugar, porque ya no queda otra. El quilombo está hecho hace 13 años", asegura y remata: "A él seguro que lo van a citar último. Ya veremos qué sale. Ya no hay marcha atrás".

"Después explicale vos el quilombo que tengo yo por culpa de un chofer pelotudo que ha hecho una cagada. La verdad que se ha mandado un moco de la mierda y hoy me tienen a mí como bola sin manija", le dice el empleador del camionero a una persona con la que habló el 11 de noviembre.

"Llama la atención la protección del círculo íntimo hacia Romero y sobre todo la de su patrón, incluso a la de su hermano David Romero, que no tendría ningún motivo para protegerlo, a no ser porque hubiese alguna participación", escribió Villalba en el dictamen en el que pidió la detención del camionero.

Según revelaron las fuentes, Héctor Romero llegó el pasado miércoles "derrumbado" a la audiencia indagatoria y luego "se fue recomponiendo".

Fue cuando intentó explicar al fiscal las contradicciones que tuvo a lo largo de los años al declarar como testigo y cayó en mayores incongruencias que motorizaron su prisión preventiva. Sin embargo, todavía resta conseguir una prueba más fuerte que pueda sostener la acusación sin fisuras.

Falso testimonio

Por falso testimonio ya fue imputado días atrás, Carlos Enzo Cuellar, el abogado que había dicho ver a María Cash en el paraje güemense Difunta Correa, sobre la ruta nacional 34, alrededor de las 17, el mismo día de la desaparición, es decir, el 8 de julio de 2011. Lo mismo dijo su hijo. Sin embargo, su línea de celular impactó ese día, a esa hora, en otro sitio.

El informe de impacto de antenas fue posible conservar gracias a una cautelar presentada por el fiscal.

En esta nueva ronda de citaciones, Cuellar se abstuvo de declarar. "Hay un aspecto que hay que tener en cuenta: el error de percepción. Puede haber visto a otra persona y él creyó que era María Cash. En ese momento, la difusión de la imagen era muy grande y hubo quienes decían verla porque les parecía y también hubo malicia. Personas que buscaban la recompensa, extorsionar o hacer bromas", aseguró una fuente del caso.

Los elementos de prueba

El 14 de julio un testigo dijo que vio a María Cash haciendo dedo en la rotonda de Torzalito y que subió a un camión con la leyenda “Catita”.

Romero declaró como testigo el 14, 15 y 28 de julio de 2011 y en 2019 y según los investigadores, sus versiones fueron contradictorias.

El impacto de antenas para celulares mostraron una ruptura del patrón de comportamiento ese viernes 8 de julio de 2011.

El camionero Héctor Romero declaró emplear una sola línea de teléfono laboral, cuando la investigación demostró que tenía una segunda, particular.

Así se lo ubicó a Romero, quien no se presentó en el expediente de forma voluntaria, pese a haber sido la última persona que vio con vida a Cash.

Los peritajes mostraron que no pudo frenar de repente en el paraje “Difunta Correa” (Güemes). “Esa maniobra es imposible para un camión”.

Negó haberle visto la cara porque estaba despeinada y con el pelo suelto, cuando otros testimonios.

Dijo que nunca habló con su familia del caso. Lo contradice una conversación registrada el último 8 de julio con su hermano David.

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