Transitar por el mundo sin "ir" cronológicamente tomando conciencia del "mismo", y, íademás, sin "conocernos en lo personal! Es un detalle mayúsculo, trascendente. No priorizar al menos lo básico, es cuanto menos, arriesgar infantilmente el futuro.
inicia sesión o regístrate.
Transitar por el mundo sin "ir" cronológicamente tomando conciencia del "mismo", y, íademás, sin "conocernos en lo personal! Es un detalle mayúsculo, trascendente. No priorizar al menos lo básico, es cuanto menos, arriesgar infantilmente el futuro.
Dentro de esa plataforma, fijar y lograr "conocerse a sí mismo" es una tarea complicada y dura que todo ser humano debe enfrentar.
Este aprendizaje por gravitación está por encima de todo cuanto se pueda imaginar. Su crecimiento nos valora y convierte en amos de nosotros mismos.
Vivir haciendo caso omiso a necesidad tan importante, nos vuelve vulnerable enteramente. Así, quedamos expuestos al deterioro y menoscabo por obra y acción de los pensamientos y acciones, más aun que las propias circunstancias. (Recordando a Ortega y Gasset).Veamos.
Conducir un vehículo sin entender cómo maniobrarlo, para qué sirve la constelación que destella en el tablero, donde están los frenos, cuando hacer los cambios, etcétera, es mínimamente de irresponsable.
Ejemplo que podríamos repetir en quehaceres cotidianos; pero para el caso que trataremos me parece suficiente. Esto parte de la base de "no hacer lo que no se sabe, sin antes informarse, educarse y desde luego aprender". íCuanto más cuando de "uno" se trata!
Este irrevocable concepto lo hacemos nuestro y lo trasladamos al cuidado que dispensamos al conocimiento, promoción y crecimiento de "ser" como persona. Si lo hacemos consciente, naturalmente nos respetamos y crecemos. En definitiva, es reconocer el significado y proyección de "la vida". Más aun considerando su complejidad en todas sus esferas y etapas.
De la misma manera que "alertado"... requiere mayor dedicación a su protección y desarrollo. Por lo innato de su esencia, no son muchos los que dedican tiempo, espacio y sobre todo conciencia a tamaño reconocimiento. Es como no percibir que cada día trae su misterioso contenido y "estar alerta" da mayor cobertura a "estar vivo". Lo no conveniente es transitarlo sin consideración alguna, obviando su inmensidad y significado.
Digo esto intentando despertar mayor atención a la subsistencia que por delante tenemos... íY por fin llego al punto! ¿Cómo podemos transitar el camino sin mínimamente saber con qué contamos? Esto es claramente hablar de nuestras capacidades y limitaciones. O nuestras virtudes y defectos. Situación que permite fomentar o corregir lo pensado o realizado fortaleciendo la acción.
Es un paso fundamental conocernos, para voluntad mediante, poder mejorar o corregir.
Miles de años atrás en la antigua Grecia, una inscripción en la entrada del Santuario de Delfos, decía "Conócete a ti mismo". Debía ser así, pues quién hizo famosa la frase fue Sócrates. Sin embargo, aparentemente quedó en el vacío o a pocos interesa tan importante reflexión. Entonces, obligado surge la pregunta. ¿Conocernos? ¿Para qué?
Casi nada, para vivir mejor aprovechando tiempo y espacio con poca o mucha capacidad atribuida, aportando a la familia y a la sociedad el granito de arena. La mejor manera de crecer es no olvidando el concepto del valor de la dignidad. De ella de viene y concentra en primera instancia todo sustento personal y social de nuestra naturaleza "porque y para qué existimos".
Los pensamientos o acciones "positivas" traen su consecuencia, el "crecimiento" al reconocer la enorme dignidad que nos asiste. Y como si esto fuera poco, en el corto periodo que nos otorga la existencia, mirar y valorar hacia dentro, conocernos mejor, quienes somos, que cosas nos alientan. En qué debo mejorar, participar, ayudar o solicitar ayuda. Es impensado de qué manera se transita la vida sin conocer bases fundamentales de la existencia. Pero nada es gratis, trae consecuencias, porque resta calidad y capacidad para participar, obrar, y aunque suene duro, así se nos califica.
Tratémonos mejor, examinémonos o al menos intentémoslo en lo personal. No descuidar la educación de los hijos. La importancia del valor "respeto", alejándolos del alcohol, drogas y otros destructores. Igual actitud con las malas compañías. Resaltar lo vital que significa un proyecto de vida, espacio que no usado puede alentar la "depresión" y "el peligroso y triste vacío existencial".