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9 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Homenaje al General Manuel Belgrano

Viernes, 20 de junio de 2025 11:14

Recordar a Manuel Belgrano en los últimos años de su vida, nos lleva a recordar su participación en el Congreso de Tucumán de 1816, en momentos en que se buscaba establecer el sistema político más apropiado, para un país que quería lograr su independencia y una constitución, donde se determinen derechos, garantías y formas de gobierno, de acuerdo a sus intereses económicos, vida cultural y tradición histórica.

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Recordar a Manuel Belgrano en los últimos años de su vida, nos lleva a recordar su participación en el Congreso de Tucumán de 1816, en momentos en que se buscaba establecer el sistema político más apropiado, para un país que quería lograr su independencia y una constitución, donde se determinen derechos, garantías y formas de gobierno, de acuerdo a sus intereses económicos, vida cultural y tradición histórica.

La presencia de Manuel Belgrano al Congreso de Tucumán se produce antes de la declaración de la Independencia Nacional, y cuando muchos de sus amigos lo tienen para que asuma el comando del Ejército del Alto Perú, en reemplazo del general Rondeau. Pero su preocupación no tiene esta prioridad, sino ejercer influencias en los congresales para establecer una monarquía constitucional, y cuando se pidió su opinión sobre la mejor autoridad para dirigir el país, en sesión secreta expresó: que “la forma conveniente de gobierno sería una monarquía temperada con la dinastía de los incas”. Esta propuesta fue criticada ácidamente por algunos de los representantes de la región de Cuyo y de Buenos Aires. También el Congreso otorgó a Belgrano las facultades de Capitán General de la Provincia de Tucumán y tuvo la oportunidad saber que la Bandera por él creada fue declarada como símbolo de nuestra nacionalidad.

El problema del tipo de gobierno propuesto por Belgrano y que tenía muchas aristas a superar para su realización, por los intereses en ciernes,  externos o internos, como la del representante por Buenos Aires, Tomas  M. de Anchorena, mediante una famosa carta, que termina derrotando la propuesta de Belgrano, no porque hacía referencia a una monarquía constitucional, sino porque con una marcada discriminación sostenía que se trataba de elegir “un monarca de la casta de los chocolates, cuya persona, si existía, probablemente tendríamos que sacarla borracha y cubierta de andrajos de alguna chichería para colocarla en el elevado trono de un monarca, que deberíamos tenerle preparado” Adolfo Saldía, La Evolución republicana.

Así el héroe de los triunfos de Tucumán y Salta comenzaba, después que se traslada el Congreso a Buenos Aires, el inicio de un derrotero hacia su destino final. Ya cumplida su misión con la causa de la Patria, va con su mochila a cuesta, enfermo y entristecido por los acontecimientos de luchas internas irresueltas y que justo en el año veinte de su muerte, ya en Buenos Aires, tierra de su origen y hogar de sus ancestros, verá aproximarse a su fin.

Hoy Manuel, te recuerdan los poetas, los memoriosos historiadores y guardamos tus legados, orgullosos los jujeños de ser custodios de los símbolos patrios y de una impronta de hechos que repiten cantos y versos, de una gran epopeya, de sus triunfos y sufridas derrotas.

Se une para ensalzar tu nombre Domingo Zerpa con su Canto al General Belgrano y su Bandera (frag) “He aquí tu bandera, / General Belgrano: / lirio y paloma, / paloma y lirio en nuestros brazos. / Como en el primer día, /tu corazón, intacto. / Tu voz cada mañana, / con el canto del gallo, / une los cuatro puntos cardinales del alma / y torna a ser tu antigua voz de mando./ Si, General Belgrano, es ésta tu bandera, / la tenemos nosotros, no soñamos, / bien que parezca un sueño que fuera ésta / la que estuvo en tus manos, / la que en el año doce, frente a nuestro cabildo, / en el día más alto de la Patria: 25 de mayo, / nos la enseñaste así, como está ahora, / pura como tu nombre, General Belgrano.// Nunca sabremos cómo es este goce, / este inefable goce azul y blanco, / que se baña de luz sobre la espuma / y asciende por la escala de los pájaros; / goce de ser y de haber sido casi / desde el Grito Sagrado, / casi desde las mismas barrancas del gran rio / por el blanco y azul purificado, / un pueblo hecho estandarte, / un pueblo hecho regazo, / donde se mece entre el jazmín del cielo / y el oro del naranjo, / la historia de tu nombre, / que es nuestra propia historia, General Belgrano”.

Ya sabemos de la desesperación y de los sueños de Manuel Belgrano, cuando le entregó al pueblo jujeño, con su corazón ardiendo la Bandera Nacional, y después de los Triunfos de Tucumán y Salta; para que sea su fiel guardián y la custodie para siempre a la Bandera de Libertad Civil, con los valores de la Asamblea Constituyente de 1813 de Libertad, Igualdad y Fraternidad, al sostener: La libertad de vientres, la abolición de la inquisición y la tortura, la supresión de los títulos de nobleza, la libertad de culto, se estableció el escudo nacional y aprobación de una Canción patria (Himno Nacional), acuñación de la moneda y la Bandera de Belgrano será motivo de tratamiento y aprobación por el Congreso de Tucumán de 1816. Recién, hace 10 años la Bandera Nacional de la Libertad Civil, fue reconocida como símbolo patrio histórico por el Congreso Nacional, mediante la Ley 27134 y Manuel Belgrano descansa para siempre, junto a los seres más buenos y grandes, con un sueño azul y blanco de libertad.

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