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9 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Peronismo: aprender del dolor

Lunes, 30 de septiembre de 2024 01:04
RUBÉN RIVAROLA l CONDUCE EL BLOQUE DE DIPUTADOS, ÚLTIMO REFUGIO INSTITUCIONAL DEL PJ. / GUSTAVO MENÉNDEZ l LA TAREA AHORA ES GARANTIZAR INTERNAS TRANSPARENTES.

Dicen que las crisis, son, en realidad, una oportunidad para superarlas. Quizás esta vez en el peronismo de Jujuy la aprovechen. Porque la enorme crisis de identidad que atraviesan, sobrealimentada por otra más profunda y también saturada de derrotas y desencuentros que le aporta el PJ nacional, han puesto al partido en una situación insostenible.

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Dicen que las crisis, son, en realidad, una oportunidad para superarlas. Quizás esta vez en el peronismo de Jujuy la aprovechen. Porque la enorme crisis de identidad que atraviesan, sobrealimentada por otra más profunda y también saturada de derrotas y desencuentros que le aporta el PJ nacional, han puesto al partido en una situación insostenible.

La historia reciente del desbarajuste arranca en el 2015 cuando el gobernador Eduardo Fellner del Frente para la Victoria, rozó el 36% de los votos, frente al 58% de Gerardo Morales de Cambia Jujuy. Fue la herencia que el kirchnerismo legó a Jujuy, luego de privilegiar y favorecer el crecimiento de Milagro Amalia Ángela Sala y su violenta organización barrial Tupac Amaru.

Otra vez a "Bs As" no le importó o no entendió que en Jujuy la gente se había hartado de ver a su exitoso y plebiscitado gobernador peronista (que además había sido ovacionado de pie por el pleno de la Cámara Baja al despedirse luego de haberla presidido), con las manos atadas, frente una organización social agresiva y omnipotente, dueña del poder y manejando fondos discrecionales ilimitados. Completaron el cuadro la paciencia y el tesón del GM que cerró el acuerdo con el peronista Carlos Haquim, también cansado de un PJ tabicado y presuntuoso; más la oleada nacional del PRO de Macri y aquel monumental acto de cierre de campaña en Humahuaca.

Todo marcó el fin de una era del PJ jujeño. De un solo golpe perdió la provincia y cuatro principales ciudades: San Salvador de Jujuy, San Pedro, Palpalá y Libertador General San Martín. Sólo Perico resistió el turbión. Nunca visto antes. Peor fue el 2017, cuando CJ/UCR se afirma.

Con Milagro Sala presa, gana dos senadores, contra uno del PJ. Pero más notable fue que la Izquierda del FIT le respiró en la nuca al PJ para terminar perdiendo el segundo puesto apenas por un punto. En el peronismo continuaba el desbande, dividido sin líderes indiscutidos, había resignado su capacidad de competir. El dolor de la militancia creció sin límites.

En el 2019 volvió a ganar Cambia Jujuy. Pero sacando fuerzas de la flaqueza, el PJ repuntó y le pisó los talones. Había aparecido don Julio Ferreyra, un sencillo y laborioso director de Registro Civil, a quien el René Casas Gamboni peronista católico líder de "Confiar" había convocado para ser su candidato. Pero el peronismo tradicional, tras un "muñecazo" de Rubén Rivarola, recuperó a Ferreyra y conformando la fórmula con Adrián Mendieta salieron segundos.

Don Julio, con su mensaje directo y campechano llegó a la gente. Fue original, disruptivo, y hasta viralizó una imagen vestido de Moisés con las tablas de los Mandamientos en sus brazos, anticipando un estilo innovador y descontracturado, (que a Milei tanto le rendiría años después), y polarizó con la UCR. Todo parecía encaminado, pero ocurrió la deserción de Guillermito Snopek, que se creyó capaz de ser gobernador, quebró el PJ y armó "Juntos por Jujuy". Y sorprendió "Unidad Ciudadana" trayendo como candidata a gobernadora de Jujuy a la ultra K Paula Álvarez Carrera (Paloma) abogada de Milagro Sala.

Desparramados los votos peronistas entre Snopek (10,43%), Álvarez Carrera (2,54%) y René Casas (3,36%), el PJ dejó pasar un buen momento que no se repetiría más. Ferreyra (33%), terminaría llevándose meses después el "premio consuelo" de una diputacía nacional. Así fue que un peronismo jujeño exhausto volvió a engordar las posibilidades de CJ/UCR que, en el 2021, le sacó 20 puntos de ventaja, y los resultados finales repartieron un diputado nacional para los radicales (Gustavo Bohuid), una peronista (Leila Susana Chaher) y uno de la Izquierda, (Alejandro Vilca). La angustia del peronista de a pie, otra vez, no fue interpretada por la dirigencia concentrada en sus disputas personales.

En el 2023, se repetiría la historia. Compuesta la fórmula Rubén Armando Rivarola/María Carolina Moisés no advirtieron el error inmenso que iba ser ofrecer a la sociedad un batido de agua y aceite, patrocinado (íy casi exigido, ícuándo no!) desde Buenos Aires que consumó otra "porteñada" sin respeto por el tiempismo y el feeling de los peronistas jujeños.

Separados Rodolfo Tecchi con "Jujuy tiene Futuro" y Juan Cardozo Traillou con "Unidad por Jujuy", el Justicialismo volvió a prepararse para perder y favoreció el renacimiento de la Izquierda, tercera y con buena elección. "Tristeza nao tem fim", murmuraban más acongojados que enojados los afiliados de las bases.

Parece la historia de nunca acabar, o de un peronismo que a pesar de su intensa, conflictiva y dolorosa historia reciente, no termina de aprender de sus errores y no capitaliza las experiencias que le dejan sus divisiones y derrotas. Y las amarguras de su enorme masa de afiliados y simpatizantes. Para colmo, hoy recibe las ondas expansivas del escándalo del PJ nacional que como se dice en política, hoy es un verdadero "hormiguero pateado".

Ahora se sabe que en el PJ jujeño casi todos están hablando con casi todos. Pero no todos. Dispuestos a lamerse las heridas, y a perdonar, (no a olvidar), arrancaron un estado deliberativo de legisladores, intendentes, referentes, viejos y nuevos dirigentes. Sin embargo, algunos "ultras" siguen esperando la bendición de algún quincho de Bs As "para ir por todo", sin darse cuenta que hoy esa especie de idolatría bizarra, más que proyectarlos al éxito soñado podría hundirlos en el descrédito final.

Se acercan vertiginosamente las internas que pondrán fin a la Intervención de Gustavo Menéndez y Aníbal Fernández que Alberto Fernández le colgó a Jujuy. Aparece otra oportunidad ideal en un momento preciso. Se sabe que cuando los peronistas olfatean sangre, se encienden y se preparan para la lucha. Pero ocurre que esta vez, la sangre que olfatean es la propia y entonces, todavía permanecen desorientados, sin saber qué hacer.

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