Un relevamiento realizado por este diario en el microcentro jujeño reveló que de diez restaurantes consultados, ninguno ofrecía un menú específico para personas con celiaquía. Apenas dos contaban con alternativas saludables, pero improvisadas. Además, las opciones disponibles resultaban un 30 por ciento más caras que los demás platos de la carta, una diferencia que convierte a salir a comer en un lujo para los jujeños.
La celiaquía es la intolerancia al gluten. El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC).
A esto se suma la falta de opciones veganas y saludables en general, lo que restringe aún más la experiencia de quienes, por necesidad o convicción, buscan alternativas alimentarias distintas.
Erica Wienhausen es celíaca desde hace 21 años, actualmente es dueña de Celiaquinna, un emprendimiento que brinda productos de calidad y aptos para personas con ese trastorno. En diálogo con El Tribuno de Jujuy comentó acerca de esta realidad: "El costo de los productos sin Tacc es elevado, porque todo el proceso tiene que estar certificado: desde el transporte de la materia prima hasta el embalaje. Cada paso debe garantizar que no haya contaminación cruzada, y eso encarece mucho la producción".
La emprendedora explicó que Jujuy está muy atrasado en el cumplimiento de la Ley de Celiaquía. Los supermercados, en la mayoría de los casos, no cumplen correctamente con la obligación de separar y señalizar las góndolas de productos libres de gluten. "Mezclan alimentos con gluten con otros light, y eso no puede ser así. La municipalidad controla poco y solo actúa si hay denuncias formales, que requieren demasiados datos. Para el celíaco, es muy complicado", advirtió.
En el ámbito gastronómico, la situación es peor: "Muchos restaurantes dicen ofrecer platos aptos, pero ninguno se hace responsable de la contaminación cruzada porque cocinan en el mismo espacio donde preparan comidas con gluten. Eso nos deja en una situación de riesgo permanente".
Una meta fija
El impacto económico es otro obstáculo. "Los productos sin Tacc cuestan más porque, además de los controles, influye si comprás materia prima en grandes volúmenes o en pequeñas cantidades, los costos de alquiler de un local habilitado y la mano de obra. Por eso los emprendedores que producen en sus casas pueden tener precios más bajos, pero no siempre cumplen con todas las habilitaciones necesarias", explicó Wienhausen.
Ella en su fábrica que está totalmente separada de su vivienda y habilitada por la municipalidad, no ingresa ningún producto que no sea apto para celíacos. Allí produce panadería, pastelería, pastas frescas y comidas rápidas, buscando ofrecer una gastronomía variada y segura. Esto llevo un trabajo arduo y costoso debido a todos los controles que exige la ley.
"Empecé a cocinar porque yo misma no encontraba qué comer. Me enamoré de la cocina y decidí que ningún celíaco en Jujuy se quede sin opciones. Todo lo que hago es libre de gluten", afirmó con orgullo y emoción la emprendedora.
El rol de la contención
Más allá de los desafíos económicos, Erica Wienhausen destacó la importancia de contar con una red de apoyo y contención entre pares. "Cuando te diagnostican, lo fundamental es sentirse acompañado, un terapeuta, la familia, otros celíacos. También el acceso a información clara: desde medicamentos hasta pasta de dientes o cosméticos, todo debe ser libre de gluten. En mi caso, si uso un champú con gluten me aparece dermatitis".
Erica también detalló parte de su experiencia personal con la enfermedad: "A los 22 años ya tenía osteopenia en todo el cuerpo, un paso previo a la osteoporosis, por el déficit de nutrientes antes del diagnóstico. Gracias a la dieta pude revertirlo en gran parte, pero sigo con osteopenia en una cadera. Por eso es clave que los médicos estén informados y que los pacientes reciban los estudios necesarios", puntualizó.
Misión de compartir
Más allá de su emprendimiento, participa en la organización de actividades para visibilizar la problemática. Por ello invitó a toda la comunidad para el 28 del corriente, a partir de las 16, en calle Olimpia Barrionuevo y Nelson Mandela en Alto Comedero, a la segunda "Mateada Gluten Free", un encuentro de celíacos y familias para compartir experiencias y fortalecer la comunidad.
"Es fundamental que los celíacos sepamos que no estamos solos. Hay que generar redes, espacios de encuentro y exigir que la ley se cumpla. No es un capricho, es nuestra salud", concluyó.