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9 de Septiembre,  Jujuy, Argentina
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De "El Baile del Gorila" a Eurovisión

De la espontaneidad infantil a la madurez artística, su historia demuestra que el talento verdadero no desaparece: se transforma.

Domingo, 01 de junio de 2025 16:44

A principios de los 2000, una niña de apenas diez años conquistó a toda España (y buena parte de América Latina) con un ritmo contagioso y un carisma que desbordaba cualquier escenario. Con "El Baile del Gorila", Melody no solo se convirtió en un fenómeno musical precoz, sino que marcó a toda una generación. Pero lo que muchos pensaron que sería una carrera fugaz, quedó demostrado con el tiempo que era solo el principio.

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A principios de los 2000, una niña de apenas diez años conquistó a toda España (y buena parte de América Latina) con un ritmo contagioso y un carisma que desbordaba cualquier escenario. Con "El Baile del Gorila", Melody no solo se convirtió en un fenómeno musical precoz, sino que marcó a toda una generación. Pero lo que muchos pensaron que sería una carrera fugaz, quedó demostrado con el tiempo que era solo el principio.

Hoy, casi 25 años después de aquel debut explosivo, Melodía Ruiz Gutiérrez —conocida simplemente como Melody— ha culminado una de las transformaciones más notables del pop español. En 2025, la artista dio un salto definitivo al representar a España en el Festival de Eurovisión con la potente y teatral propuesta "Esa Diva", una oda a la fuerza femenina y al empoderamiento, alejada de los ritmos infantiles que la lanzaron a la fama.

Aunque su actuación no logró conquistar al jurado europeo, Melody defendió su propuesta con una energía y profesionalismo que le valieron el respeto del público y de la crítica. “Hablar es muy fácil. Lo difícil es subir al escenario y entregarlo todo”, declaró tras su emotivo concierto de regreso en Antequera, dejando claro que su vocación sigue intacta.

La evolución de Melody no ha sido instantánea. A lo largo de dos décadas ha trabajado con constancia, reinventándose sin perder la esencia flamenca y latina que caracteriza su estilo. Ha explorado géneros, madurado en sus letras y cultivado una imagen artística sólida, alejada del estereotipo de "niña prodigio".

Más allá de los focos, Melody también ha construido una vida personal enriquecedora. Es madre de Cairo, fruto de su relación con Ignacio Batallán, un entrenador personal argentino con quien comparte su día a día.

Melody es, hoy más que nunca, un ejemplo de resiliencia y crecimiento en la industria musical. De la espontaneidad infantil a la madurez artística, su historia demuestra que el talento verdadero no desaparece: se transforma.

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