La celebración del Inti Raymi (Fiesta del Sol) arraigada mayormente en las comunidades indígenas del norte jujeño, se asemeja en importancia a las honras a la Pachamama (Madre Tierra) por la creencia, respeto y agradecimiento que se les brinda a través de ceremonias ancestrales.
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La celebración del Inti Raymi (Fiesta del Sol) arraigada mayormente en las comunidades indígenas del norte jujeño, se asemeja en importancia a las honras a la Pachamama (Madre Tierra) por la creencia, respeto y agradecimiento que se les brinda a través de ceremonias ancestrales.
Después de la noche más larga del año, entre el jueves y viernes pasado, en la que se produce el solsticio de invierno (momento en el que el sol se ubica a la mayor distancia de la Tierra), al pie del monolito del Trópico de Capricornio (a unos 2 kilómetros al sur de Huacalera), pobladores y visitantes recibieron los primeros rayos del sol.
El culto al Tata Inti con la comunidad aborigen de Villa Perchel en ese sitio por donde pasa la línea imaginaria, se extiende varios años atrás y en la actualidad, es la manifestación más significativa en la región y la provincia.
Las ceremonias previas iniciaron la tarde del jueves a orillas del río Grande honrando al agua; posteriormente en las serranías al oeste de la comunidad fueron las honras al viento, y en el Trópico de Capricornio se veneró al fuego encendiendo las fogatas que acompañaron durante la fría noche y madrugada.
La hacedora cultural Natividad Ríos fue reconocida durante la ceremonia, en la que participaron músicos populares como Urko (Lucas Flesia), Los hermanos Vásquez, el Estudio de danzas Commac; Chakra y otros.
A la medianoche se sahumó a la Pachamama y los amautas (maestros) junto a familias de la comunidad bajo un cielo estrellado y baja temperatura, esperaron el regreso del astro rey.
El comisionado municipal de Huacalera, Enzo Paz junto a la comunidad recibió los primeros rayos solares del Tata Inti alrededor de las 9.10 y bajo un intenso frío de invierno.