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Espera una silla de ruedas para socializar e integrarse

Adelaida Galván compartió la historia de su nieta Nazarena Delgado que precisa un medio para trasladarse.
Martes, 14 de mayo de 2024 01:00
INCONDICIONAL | TODO EL AMOR Y LA CONTENCIÓN DE ADELAIDA GALVÁN PARA SU NIETA NAZARENA DELGADO.

El doce de octubre, veintitrés años atrás, nació Nazarena Ángela Delgado, una niña que cada día vive con entusiasmo, pese a un diagnóstico de salud complicado.

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El doce de octubre, veintitrés años atrás, nació Nazarena Ángela Delgado, una niña que cada día vive con entusiasmo, pese a un diagnóstico de salud complicado.

Su edad es de una joven, pero su cuerpo es de una niña. Tiene retraso mental con grave cuadriplejía espástica hidrocéfalo-parálisis cerebral infantil, un cuadro que lleva con dignidad gracias al amor y la contención de Adelaida Galván, su abuela paterna cuya fortaleza es más que admirable.

La historia de Nazarena se inició en Salta, con la particularidad de ser seismesina. "Me considero una mamá del corazón. La mamá de Nazarena tenía quince años cuando la fue a tener y la abandonó, mi hijo estuvo cuidándola y sufrió convulsiones y después la trajo", comenzó su relato Galván.

SONRIENTE | LA JOVEN EN SU PEQUEÑA SILLA, EN LA PLAZA AL AIRE LIBRE.

Durante los primeros años de vida, no era notable la discapacidad en la pequeña. No obstante, sí era visible en el movimiento de motricidad fina porque sólo manejaba su mano derecha y la izquierda quedaba cerrada.

Ya en el primer año, se le había crecido la cabecita más de lo normal por lo que a través de un estudio, le colocaron una manguera para extraerle el líquido del cerebro. La abuela orgullosa de Nazarena no se dejó vencer y con amor siguió cuidándola.

"Gracias a la ayuda de mis hijos, la podemos cuidar e incluso una de sus piernas que es más corta que la otra por estar en desarrollo todavía", explicó Galván, aclarando que cuando era bebé no veía que sería distinta. No obstante, a los dos años, notó que comenzó a mostrar cambios. "Se ladeaba, babeaba y no llegó a gatear porque no podía sostenerse solita", contó. En el diagnóstico general salió el detalle de una columna desviada, razón por la que no podía mantener el equilibrio al hacer movimientos.

Aún así, Nazarena asistió a una escuela especial con una maestra que le ayudó y le enseñó a tomar líquido de un vaso con piquito, para ese entonces, un gran avance en su vida. "Hace tiempo que saqué guardia judicial por mi nieta y se dio. Su papá me ayuda con los pañales y la leche. Ella logró mejorar visiblemente", indicó Galván.

FESTEJO DE SUS SEIS AÑOS

Sin embargo, la joven no logró hablar hasta la actualidad y tiene una conducta rebelde -si se quiere- por lo que grita y se ríe cuando quiere algo. "Ya la reconozco. Sólo maneja su mano derecha y es con la que tiene mucha fuerza. Maneja la mamadera y hay que sentarla para que coma", comentó la abuela que la adora aunque a veces esté de mal humor.

Y es que hay días en los que se golpea constantemente. Esa autoagresión es causada por las crisis nerviosas de la que es presa en diferentes momentos. "A veces se pega en la cabeza y le hablo para que se quede tranquila. También tenía una nube en su ojo izquierdo, pero se calma gracias a los paseos", aseguró Galván sobre la conducta de su nieta.

Un día para Nazarena es despertar a las 7.30 y Adelaida Galván le cambia el pañal y le acerca la leche. "Tengo una mamadera para el té y para el yogur. La tengo que cuidar todo el tiempo porque si me descuido, se lleva a la boca lo que está cerca de su mano", explicó, asegurando que a la indumentaria de mangas largas las muerde ya que tiene fuerza en las manos y en los dientes.

Es importante recordar que tiene tendencia a la alteración de nervios y es que se desespera por ver jugar a los chicos y ahí se siente tranquila.

TRABAJO COTIDIANO | PREPARANDO BOLLOS Y TORTILLAS PARA SOLVENTAR GASTOS

Aunque no le guste la sopa, acepta gustosa el guiso de arroz y de fideos, que su abuela le brinda de a poquito porque tiene delicado el esófago. "Ella hace fuerza para tragar, por eso hay que darle con cuidado", comentó Galván quien mientras prepara tortillas, budines y tortas para vender, puede solventar los gastos además de acompañar a su pequeña en cada instante del día.

Cuando Adelaida escucha que su nieta está gritando sabe que es porque llama la atención. "La saco un ratito y para ella es la felicidad. Le gusta comer y compartir con mis nietos, que son muchos porque tuve once hijos", reveló. Es que los especialistas coincidieron en que socializar es más que importante para esta joven que mejora su ánimo durante los paseos al aire libre en la plaza del barrio Agua Negra en Palma Sola. "Ella al ser nerviosa, salir la tranquiliza pero la silla que tiene le está quedando chiquita. Cambiarla me ayudaría mucho porque como tengo principio de artrosis, no haría tanto esfuerzo con otra silla más liviana", destacó. "Tiene un glúteo bien y, el otro, se deformó por el hueso", dijo Galván que agradecería la colaboración de una silla de ruedas plegable para que la joven pueda interactuar e integrarse de alguna manera a la comunidad. Siempre lista para el paseo al aire libre, Nazarena espera la oportunidad de poder relacionarse a través de una silla de ruedas plegable que la ayude a vivir mejor.

 

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