La Cooperativa Cimbra, reconocida por sus proyectos socioproductivos en las Yungas, obtuvo el prestigioso Premio Ammodo Architecture Award otorgado por los Países Bajos. Este galardón internacional distingue proyectos arquitectónicos con compromiso social y ecológico, fue concedido por el proyecto del Centro de Valor Agregado Comunitario desarrollado en Caimancito, que es el único premiado de Argentina, destacándose entre otros ganadores de América Latina y el mundo.
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La Cooperativa Cimbra, reconocida por sus proyectos socioproductivos en las Yungas, obtuvo el prestigioso Premio Ammodo Architecture Award otorgado por los Países Bajos. Este galardón internacional distingue proyectos arquitectónicos con compromiso social y ecológico, fue concedido por el proyecto del Centro de Valor Agregado Comunitario desarrollado en Caimancito, que es el único premiado de Argentina, destacándose entre otros ganadores de América Latina y el mundo.
El Premio Ammodo de Arquitectura busca promover soluciones arquitectónicas innovadoras que respondan a desafíos contemporáneos, celebra la creatividad, el impacto social y ambiental de los proyectos galardonados. "Este reconocimiento internacional es un orgullo para nosotros, siendo el único proyecto premiado en Argentina. Refleja el trabajo colaborativo y el impacto positivo que podemos generar en las comunidades rurales", destacó Martina Vismara de Cimbra.
El proyecto premiado de la Cooperativa Cimbra es un ejemplo de bioconstrucción y diseño participativo, desarrollado junto a la comunidad guaraní Arete Guazú en Caimancito. El Centro de Valor Agregado Comunitario combina infraestructura productiva con técnicas agroecológicas y sustentables, priorizando el uso de materiales naturales como madera, caña y tierra, adaptados al entorno de las Yungas. "Trabajamos en un espacio agroforestal y agroecológico, con infraestructura que maximiza recursos como el agua de lluvia, utilizando técnicas tradicionales reinterpretadas para el contexto actual", explicó José Joaquín Trillo, arquitecto de Cimbra.
La obra incorpora un enfoque integral que involucra a arquitectos, agrónomos, contadores y otros especialistas, entre quienes implementan talleres que fortalecen oficios locales como carpintería, herrería y construcción, y a la vez capacitan a la comunidad en técnicas sustentables.
El proyecto premiado en Caimancito se realizó junto a la comunidad guaraní Arete Guazú, integrando soluciones arquitectónicas innovadoras y técnicas tradicionales. La iniciativa incluye un espacio agroforestal y agroecológico con infraestructura diseñada para agregar valor a la producción local, y entre sus características se destacan el aprovechamiento de recursos naturales, captación de agua de lluvia mediante techos especiales, almacenamiento eficiente y técnicas de diseño hidrológico. También incluye el uso de materiales locales por lo que se trabajó en construcción con madera, además de técnicas preexistentes de las comunidades como quimchas y revoques de tierra estabilizados.
En este proyecto, como en otros, priorizan un diseño bioclimático que supone no sólo la utilización de materiales de la zona sino la optimización de la orientación solar, cubiertas de sombra y ventilación natural para confort térmico. También incorpora un enfoque pedagógico puesto que se desarrollan talleres que enseñan oficios como carpintería, albañilería y técnicas agrícolas.
Desde su conformación en 2017, Cimbra viene trabajado con comunidades rurales e indígenas, desarrollando soluciones que integran conocimiento local, innovación tecnológica y diseño arquitectónico. Martina Vismara, integrante de la cooperativa explicó que el "objetivo es generar infraestructura para el desarrollo socioproductivo, especialmente en comunidades con acceso limitado a derechos y recursos básicos".
Además, la organización planea expandir sus iniciativas con nuevos proyectos, como la creación de un Centro de Propagación de Bambú debido a que este material es valorado por su sostenibilidad, con lo cual buscan convertirlo en una alternativa económica y ambientalmente viable para las comunidades del Ramal jujeño. El Premio Ammodo de Arquitectura no solo aporta prestigio, sino también recursos financieros que permitirán a Cimbra continuar su labor en el territorio. "Es un incentivo para seguir apostando por proyectos sociales y ambientales que tienen un impacto real", destacó Trillo.
Los diferentes proyectos que tienen en Jujuy
La Cooperativa Cimbra tiene varios proyectos, entre los destacados está el trabajo en la comunidad Arete Guazú, premiado y su alcance involucra a la Comunidad Hermanos Unidos, la Comunidad Coya Guaraní de Calilegua y la Asociación Civil Tierra Fértil en Palma Sola. También están colaborando con la Cooperativa Fraile en Vinalito, dónde se busca replicar y adaptar el proyecto premiado en la bioregión del Chaco Seco, un área con características climáticas y materiales constructivos muy distintos a los de las Yungas jujeñas. En cada territorio, los proyectos se diseñan considerando las particularidades locales.
En la Quebrada de Humahuaca la cooperativa colabora con la Asociación Civil “Bartolina Sisa” para mejorar la infraestructura de esa pequeña organización. El proyecto incluye el desarrollo de una iniciativa gastronómica para potenciar el turismo local, integrando conocimientos constructivos tradicionales, y materiales predominantes como adobe y técnicas como la quimcha y construcción en tierra. “Buscamos mejorar los espacios de trabajo y producción para que estas organizaciones generen ingresos sostenibles a partir del turismo y la valorización de los saberes locales” , explicó Vismara.
El impacto del trabajo de Cimbra en 2023 implicó alcanzar a más de 200 personas a través de su enfoque de acompañamiento socioproductivo. Mejoraron la infraestructura bioclimática que utilizan estas organizaciones para reunirse y producir; y se trabajó en el fortalecimiento social y organizativo de las comunidades, liderado por Claudia Savilla, trabajadora social y socia de la cooperativa.