Con una misa que fue oficiada en el templo matriz y presidida por el padre Daniel Alberto Baca, fue entronizada la primera imagen de San Pedro Apóstol, patrono de la ciudad de San Pedro de Jujuy. Fue emotivo el momento vivido, debido a que las presentes generaciones tuvieron la oportunidad de ver ingresar la histórica imagen que data del siglo XVIII.
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Con una misa que fue oficiada en el templo matriz y presidida por el padre Daniel Alberto Baca, fue entronizada la primera imagen de San Pedro Apóstol, patrono de la ciudad de San Pedro de Jujuy. Fue emotivo el momento vivido, debido a que las presentes generaciones tuvieron la oportunidad de ver ingresar la histórica imagen que data del siglo XVIII.
Procesionalmente los jóvenes trasladaron la imagen que colocada a un costado del altar, desde donde presidirá el rezo de la novena de la festividad patronal, que ya comienzan a vivir los sampedreños y que este año se celebra en el marco de los 250 años de la creación de la Parroquia San Pedro de Río Negro. Para algunos jóvenes, fue muy sentido este acontecimiento, porque tal como lo expresó el párroco, significa continuar la vida de fe con distintas realidades, problemas, dificultades que hay que afrontar como sociedad y como iglesia, pero con la misma gracia, con el mismo Dios y con el mismo patrono. Esto posibilita que sea un camino continuador y no distinto, volver a reforzar la vida de la fe, pero desde una mirada más esperanzadora. Fue importante también recordar a todos los sacerdotes que pasaron y marcaron páginas importantes en la historia de la fe. El padre Daniel Baca, destacó que es oportuno que esta sagrada imagen antigua de San Pedro, esté colocada en el centro de esta celebración. Cuantas generaciones de sampedreños habrán contemplado esta imagen, habrán rezado la vida delante de ella, pidiendo su intersección. La devoción del apóstol San Pedro data de muchos años aquí en nuestra zona", dijo el sacerdote.
En otro tramo y desandando la historia, manifestó que, en la actualidad, según los registros, son cincuenta y tres sacerdotes los que pasaron por esta comunidad, dejando huellas profundas e imborrables. "Pensaba en la lista de los sacerdotes que el Señor fue llamando desde el primero hasta hoy, en mi persona. Muchos de ellos fueron y son grandes personas que hemos conocido, como monseñor Sixto Villoldo y el padre Germán Maccagno. En la memoria, hay varios que han marcado historia como el padre Luis Lorber, que en 1916, impulsó la construcción de este templo cuando se había derrumbado el antiguo oratorio, que estaba ubicado en la esquina del museo", dijo en su mensaje, al tiempo de explicar que en la figura del sacerdote, es bueno recordar también los nombres y rostros de tantos religiosos, religiosas, laicos que también han sentido el llamado del Señor y por ahí resuena, en la historia reciente, los nombres de catequistas, de servidores que han estado al servicio de esta tarea evangelizadora.
"Fue su tiempo de acción de gracia que esta palabra se cumple, porque esta iglesia en el devenir del tiempo, con tantas crisis en nuestra patria y en la zona, se ha sostenido como institución porque es obra de Dios, porque es el Señor, a través de sus pastores, de su pueblo, el que anuncia la palabra, es que sana, el que enseña, va apacentando a su pueblo, anunciando la palabra y proclamando el gran amor que Dios nos tiene, sellando esa alianza. Hoy es nuestro desafío continuar esta historia, porque estos 250 años, no es la finalización, sino la renovación en el tiempo con nuevos desafíos, con nuevos campos para anunciar la palabra, con nuevos sufrimientos, pero con el mismo mensaje, con un mismo amor, con la misma gracia del Señor. Aquellos que hemos recibido gratuitamente estamos llamados a dar gratuitamente en la tarea evangelizadora de la iglesia", finalizó.