"La civilización que confunde a los relojes con el tiempo, al crecimiento con el desarrollo y a lo grandote con la grandeza, también confunde a la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro, se dedica a romper su propio cielo". Eduardo Galeano
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"La civilización que confunde a los relojes con el tiempo, al crecimiento con el desarrollo y a lo grandote con la grandeza, también confunde a la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro, se dedica a romper su propio cielo". Eduardo Galeano
Desde hace más de doce meses que Jujuy vive su gran tiempo de ensoñación turística. Las políticas implementadas desde el Gobierno, la excelente publicidad televisiva que invadió los canales de la Capital Federal denominado "Jujuy, un destino de película" seguramente se constituyeron en el pilar principal para que nuestra provincia reciba a miles de turistas que colmaron su capacidad hotelera y recorrieron el terruño en busca de la propuesta publicitaria.
Pero no a todos les resultó haber llegado a Disney o al "país de las maravillas de Alicia" en muchos casos se encontraron con sorpresas sumamente desagradables, algunas muchas plasmadas en comentarios subidos a las redes y unas muy pocas receptadas por los medios de comunicación.
Cuando la gente llega a un lugar de paseo, es para necesariamente pasarla bien y pareciera ser que algunos jujeños muy bien no entendieron el mensaje, cuidar "la gallina de los huevos de oro" porque como bien dice el dicho "para muestra basta un botón" y el "boca a boca" puede constituirse en una catarata que arrastre las buenas intenciones de algunos, incluido el Gobierno que invierte importantes sumas de dinero en campañas que a la vista de todos "son exitosas".
La pregunta entonces sería ¿qué fallo en nuestra Quebrada? o "¿qué le pasó a los operadores turísticos?, ¿al empresariado en su conjunto?, porque no fueron hechos aislados.
Nuestros visitantes se quejaron de todo y no solo aquellos provenientes de diferentes puntos del país, incluso los locales, los oriundos, los originarios padecimos y sufrimos de la pésima atención de los restaurantes, de la hotelería, sin olvidarnos de los vendedores de artículos regionales.
¿Que sucedió con la gastronomía?, donde brillaron por su ausencia los picantes, las habas, los choclos, el queso de cabra, el cordero o la llama, donde el plato estrella pasó a ser una milanesa a la napolitana o un bife de chorizo.
Aerolíneas Argentinas también hizo su "américa", ya que los pasajes pasaron de 40 mil a 90 mil pesos.
Hoy vemos que los principales locales gastronómicos están atendidos por foráneos que incluso pueden confundir sin "ningún empacho" estofado con picante; e incluso lo peor de todo, uno mismo verse expuesto a largas charlas sobre la elaboración de algunos "platillos regionales" sin siquiera conocer realmente cómo se prepara. Tristísima anécdota de una colega de El Tribuno de Jujuy.
Después nos quejamos de lo que sucede en nuestra vecina provincia. Quien pasó por nuestra amada Quebrada de Humahuaca pudo comprobar cómo el "turista" era sencillamente "esquilmado" donde la docena de empanada se comercializaba a precio de una bandeja de sushi o una botella de cerveza costaba lo mismo que una botella de espumante o champagña francesa.
Por otro lado, en cuanto a los hospedajes, desde la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) sede Jujuy, alertaron sobre los excesos en los precios para hospedaje y en locales gastronómicos en esta época del año, siendo que hay un 50 por ciento de informalidad laboral y empresarial en el sector.
En hotelería fue de terror cómo se aprovecharon del pasajero. Tarifas que, de un día para el otro, sufrieron un incremento en el mejor de los casos del 25% y al intentar ejercer un reclamo ante el propietario recibir como respuesta "no vive en la provincia". Lo peor es que esa persona llegó con un presupuesto que en solo cuatro días, al menos por pernoctar el gasto se acrecentó en un cien por ciento.
Uno de los casos más increíbles fue el experimentado por un matrimonio con tres hijos que ingresaron a un hostal y contrataron una habitación con baño privado a un costo diario de treinta y dos mil pesos, tarifa que solamente estuvo vigente el primer día, ya que a la mañana siguiente por la misma locación le pidieron cuarenta y cinco mil. Al realizar el reclamo correspondiente le informaron que si no la aceptaban debían abandonar el lugar.
Muchos turistas, provenientes de distintos puntos del país denunciaron y expresaron sus quejas y reclamos por los altos costos que tuvieron que pagar para poder disfrutar de una fiesta que es habitual en cada febrero carnavalero, pero que con la coyuntura actual de crisis e inflación, más las especulaciones cotidianas de los sectores comerciales formales e informales, en muchos casos, implica una erogación y un presupuesto difícil de solventar para los bolsillos populares, y sobre todo acomodar el año con elevados precios que atentan contra la economía, el presupuesto de los visitantes en vísperas del ciclo escolar.
El carnaval jujeño 2023 le puso el "diablo" a algunos comerciantes que mostraron sin temor su avaricia y desamor.
Las preguntas son ¿así quien vuelve?; ¿quién es capaz de recomendar a Jujuy?, sin contar que ingresar a un baño es imposible por el que además cobran, en algunos casos hasta doscientos pesos.
Les dejo esta reflexión que pude leer en una tesis presentada hace años: "Desde que se declaró Paisaje Cultural de la Humanidad a la Quebrada de Humahuaca, Tilcara está siendo sometida a un despojo de tierras, a una discriminación profundamente marcada y a una inseguridad en crecimiento. Después de la declaratoria, los lugareños comienzan a ser parte del paisaje y lo más importante a la hora de promocionar la localidad. Es por dicha razón que se toma a la cultura como una mercancía, como una nueva forma de comercialización del sistema capitalista" palabras de Julia Svatetz, licenciada en Turismo recibida en la Universidad Abierta Interamericana.