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10 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Nuevo giro a la izquierda

Sabado, 31 de diciembre de 2022 01:00

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En el mapa político de América Latina, la izquierda abarcó más territorio en 2022.

La elección de Luiz Lula da Silva en Brasil es la muestra más reciente, pero también deben citarse a Gabriel Boric en Chile y Gustavo Petro en Colombia, ya asumidos en marzo y agosto respectivamente. Y Xiomara Castro en Honduras, en enero.

Con el triunfo de Gustavo Petro, Colombia se suma a la nueva ola de gobiernos de izquierda que llegan al poder en América Latina. Este año, los candidatos presidenciales de izquierda fueron los favoritos en las urnas en todos esos países, concluyendo con la victoria en balotaje de Brasil, en octubre pasado.

Un motivo adicional de celebración para la izquierda latinoamericana es que en Colombia dicho espectro político nunca había ganado una elección presidencial. El presidente electo, Gustavo Petro, y su vicepresidenta, Francia Márquez, conformaron en agosto un nuevo eje progresista con sus homólogos de México, Manuel López Obrador, de Chile, Gabriel Boric, y de Argentina, Alberto Fernández, quienes fueron los primeros en saludarlos.

"Una nueva ola de izquierda está surgiendo en la región. A diferencia de la primera, entre 2000 y 2010, esta parece ser más fuerte, porque ahora hay desafíos que son enormes. Una de las razones fundamentales del triunfo de la izquierda en estos países es probablemente la mala gestión de la pandemia, el sufrimiento económico y, en consecuencia, el aumento de la desigualdad", explica a DW Jan Boesten, politólogo e investigador del Instituto Latinoamericano de la Universidad Libre de Berlín.

En la década de 2000, candidatos de izquierda ganaron presidenciales decisivas, como Hugo Chávez, en Venezuela; Lula da Silva, en Brasil; Néstor Kirchner, en Argentina; Michelle Bachelet, en Chile, José Mujica, en Uru

guay, Evo Morales, en Bolivia; Rafael Correa, en Ecuador, entre otros. Sin embargo, recuerda el experto Boeston, "no se puede comparar una izquierda radical, como la de Chávez, con la izquierda moderada de Lula da Silva o Bachelet. Cada país tiene una realidad política y social distinta".

Lo mismo sigue ocurriendo ahora, según Flavia Freidenberg, directora del Observatorio de Reformas Políticas en América Latina. "Los gobiernos de izquierda de la región tienen matices. Hay las izquierdas sociales, económicas o ideológicas. Pero, en primer lugar, tenemos que separar entre sistemas políticos democráticos y no democráticos", dice. Lamentablemente, agrega, Venezuela, Nicaragua o Cuba, que se denominan de izquierda, no se pueden poner en el grupo de los países democráticos.

"Esta no es la realidad de Chile, por ejemplo, porque Boric tiene, en este momento, un claro compromiso con una izquierda moderada, en la que se respetan los derechos humanos y las libertades", afirma la también coordinadora de la Red de Politólogas "No sin Mujeres". En ese mismo grupo de centroizquierda, la experta Freidenberg pone, "por el momento", al argentino Fernández y al mexicano López Obrador, aunque en los últimos años este haya tenido tensiones importantes con organismos autónomos, periodistas y determinadas políticas públicas desarrolladas por anteriores gobiernos.

La campaña de estigmatización y desprestigio durante el reciente proceso electoral colombiano, en la que se decía que Petro convertiría a Colombia en una "nueva Venezuela", no sorprendió al politólogo Boesten, porque era una práctica conocida en la región. "Esa estrategia de relacionar a políticos de izquierda con Maduro o el terrorismo ya se ha visto recientemente en Chile o Perú, y lo único que ha hecho es favorecer al candidato. No creo que con Petro la democracia en Colombia esté en peligro. Petro ya ha sido parte de la institucionalidad, como alcalde de Bogotá y senador hace muchos años", señala el politólogo alemán.

Ahora, según la experta Freidenberg, el desafío de Petro es "ver en qué izquierda se va a ubicar. Para mí no es un problema que Petro haya sido guerrillero. El gran éxito de la democratización de nuestros países ha sido precisamente que estos sectores de izquierda que habían optado por la vía armada se hayan incorporado a la competencia electoral a través de elecciones democráticas".

Por ahora sólo resta esperar la asunción de Luiz Lula, lo cual ocurrirá en el primer día de enero de 2023.

 

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