"El objetivo es articular las acciones que se están haciendo desde distintas instituciones en nuestra universidad, fortalecer espacios de formación de egresados, estudiantes, profesionales, extensionistas y capacitaciones a productores. A través de esta articulación identificar aspectos donde hay que enfocar la investigación, la extensión, para poder dar respuestas a las demandas y las propuestas que lleven a escalar esta mirada productiva que es la agroecología", explicó Susana Alvarez, docente investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias.
Se espera que sea el inicio de una agenda abierta, donde las instituciones puedan articular para generar acciones y acompañar al sector productivo para ir escalando en la propuesta técnico-productiva de la agroecología. Se trata de una cogestión de actores nacionales y provinciales, gobiernos locales y municipales, sectores productivos, asociaciones, cooperativas y comunidades aborígenes. Cada institución tiene un rol estratégico vinculado a la producción, agregado de valor, comercialización y generación de políticas públicas.
Hubo recorridos en parcelas demostrativas, visitas a campos experimentales, un curso sobre agroecología y en La Quiaca, un encuentro binacional con estudiantes de la Unju, de Villazón, Bolivia y técnicos de Inta; otras actividades en Tilcara, Perico y Yuto, y cerró con la Feria agroecológica con productores de varias zonas.
El lanzamiento oficial se hizo el jueves en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Unju con diferentes actores de la producción agropecuaria nacional y provincial, representantes del Gobierno provincial, del Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (Inta), Ipaf, Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa), Secretaría de Agricultura Familiar, referentes de organizaciones y cooperativas productoras.
La propuesta es generar una agenda abierta donde se puedan articular acciones y hacer un uso eficiente de todos los recursos de las instituciones para dar respuestas más pertinentes que resuelvan situaciones de los sistemas productivos, en la producción de materia prima, agregado de valor y comercialización, avanzando en toda la cadena productiva.
El director nacional de Agroecología Eduardo Cerdá planteó que la propuesta surgió a partir de un encuentro de decanos de la facultades de Agronomía en Mendoza para que se empiecen a realizar nodos agroecológicos territoriales, de modo que se organicen trabajos científicos, experiencias, municipios y productores para ir desarrollando más la agroecología y Jujuy anticipó que lo haría. "Ha sido una experiencia hermosa, más de 50 presentaciones de trabajos en toda la provincia mostrando la agroecología que tiene Jujuy. Es muy importante porque la agroecología nos está trayendo muchas soluciones a problemas que está teniendo el agro, aumento de costos, el uso muy alto de insumos importados. La agroecología no precisa de eso, la agroecología construye rendimientos entendiendo más los procesos naturales con tecnologías que son de nuevas miradas que surgieron de la ecología, de la biología, de la economía, porque estamos ante un gran cambio de paradigma", dijo.
Recordó que tras lo de Mendoza el primer nodo se hizo en la Universidad de Rosario en Zavalla hace unos meses, y se está por presentar la publicación con muchos trabajos científicos. "Jujuy le dio otra forma de organización que nos ha encantado, que es durante tres días mostrar toda la provincia desde cada lugar", destacó y reiteró el compromiso de seguir acompañando a la Unju, Inta, Subsecretaría de Agricultura y otras vinculando a los actores. Este año coincide con el octavo año del Mes de la Agroecología donde suelen concentrar en el país actividades de agroecología, en el 2021 hicieron 200 eventos en 30 días y este año con Jujuy se cree que va a ser una explosión.
Botiquín de bioinsumos
Por su parte, Nancy Sivila, docente de la Cátedra de Fitopatología de la Unju, presentó un stand junto al Laboratorio de innovación y validación de tecnologías agroecológicas (Livta) y el Centro de Estudios de la Agricultura Familiar (Cedaf). Presentó bioinsumos que los productores y familias pueden realizar, biopreparados para el cuidado y salud de las plantas, y un botiquín agroecológico, técnicas que hacen a la agroecología.
“No es solamente la sustitución de la agroecología, sino es multidisciplinar”, explicó. Detalló que se abocan no solo al cuidado de las plantas sino técnicas, validación de saberes, conocimientos de los productores, realizar la rotación de cultivos, empleo de técnicas como policultivo, aumentar la biodiversidad en el campo y utilización de semillas nativas. Aclaró que el laboratorio de innovación y validación de tecnología agroecológicas hace hincapié en la utilización de bioinsumos. Uno de ellos es tricoderma, un hongo antagonista empleado para el control de fitopatógenos y como promotor de crecimiento de las plantas. Otro es Beauveria, hongo entomopatógeno que tiene la función de enfermar a los organismos que son plaga y perjudiciales. Desde Livta realizan talleres para enseñar a productores a hacer esos bioinsumos, que son accesibles porque se utiliza por ejemplo arroz como sustrato, quinua o amaranto, si lo tienen; otros preparativos son té de compost, súper magro, humus, lombricompuesto, etc.
Crear bionsumos en papas
César Gramaglia del Inta de Villa Dolores, Córdoba, especialista en agroecología, participó del primer encuentro binacional que desarrolló Inta La Quiaca junto a docentes y estudiantes de la Unju y de la Universidad Nacional Tomás Frías de Bolivia, para impulsar la agroecología, compartir conceptos y prácticas de elaboración de bioinsumos. Anticipó que dichos estudiantes realizarán proyectos para implementarlo en comunidades de agricultores, campesinos y pueblos originarios, con práctica a campo ya que es clave que lo experimenten.
“Hay que poner el foco en mejorar la nutrición del cultivo de la papa. Entonces elaboramos fertilizantes orgánicos utilizando recursos locales, uno básico como la ceniza que no está valorada y es rica en minerales nutrientes totalmente”, explicó. Planteó que son poco aprovechados los residuos de podas, guanos, estiércol de cabra y vacas, y que las cenizas se pueden transformar en fertilizante, insecticida natural, fungicida e incluso lejía, un producto ancestral que puede servir para lavar la ropa. En tanto, Jorge Cabral, director regional NOA Norte de Senasa, planteó que como organismo de control de la inocuidad de los alimentos colaboran en el Nodo. Planteó que a nivel central se hace el registro de los insumos, agroproductos y en este Nodo explicaron cómo se hace, por ello buscarán un equilibrio en la producción, productos estándares, cuáles son los orígenes, teniendo en cuenta que muchos se vienen haciendo por una cuestión cultural.