El "cuco" o el "viejo de la bolsa" fueron monstruos imaginarios que habitualmente usaron y usan mal los padres para corregir actitudes de los chicos generándoles miedo, y en la actualidad ese monstruo se llama coronavirus, pero ellos no le temen y lo enfrentan mediante hábitos de higiene que aprendieron este último tiempo, indicó la psicóloga Natalia Cabana.
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El "cuco" o el "viejo de la bolsa" fueron monstruos imaginarios que habitualmente usaron y usan mal los padres para corregir actitudes de los chicos generándoles miedo, y en la actualidad ese monstruo se llama coronavirus, pero ellos no le temen y lo enfrentan mediante hábitos de higiene que aprendieron este último tiempo, indicó la psicóloga Natalia Cabana.
La psicóloga es miembro de la Fundación "Bitácora por la Infancia" que trabaja en temas vinculados a niñez y adolescencia.
Los hábitos de los chicos "cambiaron mucho este último tiempo, no lo ven como algo a lo cual hay que tenerle miedo. Ellos lo perciben como algo que hay que enfrentar con hábitos de higiene que se han instaurado en su cotidianeidad. El alcohol, lavado de manos, el barbijo, saben que lo deben usar para cuidarse del coronavirus", mencionó, en diálogo con El Tribuno de Jujuy la especialista.
Asimismo expresó que "cuando le preguntas a ellos cómo es el virus, hay un grupo etario de los más pequeños, menores de 9 años, que te dicen que es ‘como un monstruo o pincho de color verde" que ataca a los más grandes, que "puede atacar a mi abuelito" por eso hay que cuidarlo. No lo ven como algo temeroso, entra a jugar acá su pensamiento mágico de la fantasía, de la ciencia ficción por todo lo que ven".
Señaló que "los más pequeños han instaurado el hábito del lavado de manos, incluso cantan la canción cuando lo hacen, cuando vienen al consultorio usan el alcohol en gel. El hábito de higiene prevalece y no el temor. A los mayores de nueve años les preguntas qué es el coronavirus y dicen que su papá le contó un cuento de que "viene por los chinos que se comieron un murciélago". Ellos lo ven de esa manera, no está el temor y sí la fantasía, y la inocencia de saber que hay algo afuera que los puede atacar pero que hay que defendernos".
"No lo ven como los adultos, que a muchos les genera miedo, ellos lo ven como algo que está afuera, que se va a ir en algún momento y que recién, cuando se vaya, podrán salir como antes", explicó la psicóloga e indicó que lo productivo es que se instalaron hábitos de higiene y bioseguridad, "ellos solitos saben que cuando hay que salir tienen que ponerse el barbijo. Hubo un cambio radical que antes no existía en nosotros, usar el lenguaje simbólico y ponerlo en acción fue algo muy bueno para nosotros como terapeutas y también para los padres y las madres".
Nunca desde el miedo
Cabana aseguró que es importante no criar a los chicos desde el miedo como ocurría con mayor énfasis en generaciones anteriores y que lamentablemente sigue pasando.
"En épocas pasadas le teníamos miedo al viejo de la bolsa, al cuco, al borracho, teníamos una imagen simbólica de algo que se encontraba afuera y nos podía hacer algo. Y eso no está bien porque a los chicos siempre hay que transmitirles seguridad y confianza. Ellos muchas veces tienen más confianza y seguridad que nosotros", añadió.
Confianza y seguridad
Por último, la psicóloga manifestó que "la expresión de los niños ha cambiado, muchos de los papás y mamás tomaron la metodología de contarles a través de un cuento lo del coronavirus y también cómo combatirlo. En ese cuento siempre se trata de transmitirle seguridad y confianza. Al convivir más tiempo en casa se detectaron situaciones de violencia y fue un punto que nos llevó a estudiar mucho. Nos encontramos con problemas de ansiedad, angustia y maltrato en nuestros consultorios por eso es necesario que los padres y las madres tomen conciencia y haya una mejor convivencia".
Mensajes alentadores y un espacioparaexpresarse
Los chicos a medida que pasa el tiempo van resignificando lo que ocurre a su alrededor, diariamente ven lo que pasa con el aislamiento y escuchan lo que se reproduce en sus hogares sostuvo la psicopedagoga Emilce Chamorro, en diálogo con BEl Tribuno de JujuyP.
En ese sentido comentó que “ellos van forjando una idea por eso es importante la presencia de un adulto que les permita el espacio para poder contar lo que sienten, decir sus dudas y expresarse. Un adulto que tenga la capacidad de permitirles además de la expresión, que puedan sacar las angustias que van teniendo para que resuelvan dudas y estén informados lo máximo que se pueda. Entonces hay que permitirles todo eso y no eludirles sus comentarios o preguntas. Ellos tienen el derecho a preguntar”.
“No hay que brindarles información innecesaria vinculada a muertes, que les puede generar angustia y no podrán sobrellevar la situación. Hay que explicar todo, sin mentir, y que entiendan. Por eso es necesario hablar con ellos mediante mensajes alentadores y decirles de forma permanente que nos cuidemos, siempre con un mensaje de paz y seguridad”, agregó.
Educarlos acorde a edades
Chamorro remarcó que siempre hay que atender a las edades para poder explicarles a los chicos sobre el tema.
A niños menores de diez años no es bueno exponerlos a ciertas noticias e información, siempre hay que cuidarlos con información clara y precisa, sin dar términos científicos. Desde su imaginario, desde los cuentos.
“En los mayores de diez es pertinente darles otro tipo de información más precisa porque tienen un nivel de entendimiento más amplio entonces desde las escuelas se trata de inculcarles una explicación más avanzada sobre qué es un virus, lo que hace en el cuerpo, así ellos reconocen eso en ellos mismos”, indicó.
Para finalizar la profesional afirmó que “los papás y mamás no deben angustiarse, disfrutar lo máximo que se pueda con los chicos. Establecer límites y organizarse con actividades para no perder el ritmo de lo que ya venían haciendo. Que haya horas fijas para resolver sus actividades escolares, y que los papis entiendan que hay que acompañar con mucho amor y se vinculen para que el aprendizaje sea mucho más significativo”.
Mensajes alentadores y un espacio para expresarse
Los chicos a medida que pasa el tiempo van resignificando lo que ocurre a su alrededor, diariamente ven lo que pasa con el aislamiento y escuchan lo que se reproduce en sus hogares sostuvo la psicopedagoga Emilce Chamorro, en diálogo con El Tribuno de Jujuy.
En ese sentido comentó que "ellos van forjando una idea por eso es importante la presencia de un adulto que les permita el espacio para poder contar lo que sienten, decir sus dudas y expresarse. Un adulto que tenga la capacidad de permitirles además de la expresión, que puedan sacar las angustias que van teniendo para que resuelvan dudas y estén informados lo máximo que se pueda. Entonces hay que permitirles todo eso y no eludirles sus comentarios o preguntas. Ellos tienen el derecho a preguntar".
"No hay que brindarles información innecesaria vinculada a muertes, que les puede generar angustia y no podrán sobrellevar la situación. Hay que explicar todo, sin mentir, y que entiendan. Por eso es necesario hablar con ellos mediante mensajes alentadores y decirles de forma permanente que nos cuidemos, siempre con un mensaje de paz y seguridad", agregó.
Educarlos acorde a edades
Chamorro remarcó que siempre hay que atender a las edades para poder explicarles a los chicos sobre el tema.
A niños menores de diez años no es bueno exponerlos a ciertas noticias e información, siempre hay que cuidarlos con información clara y precisa, sin dar términos científicos. Desde su imaginario, desde los cuentos.
"En los mayores de diez es pertinente darles otro tipo de información más precisa porque tienen un nivel de entendimiento más amplio entonces desde las escuelas se trata de inculcarles una explicación más avanzada sobre qué es un virus, lo que hace en el cuerpo, así ellos reconocen eso en ellos mismos", indicó.
Para finalizar la profesional afirmó que "los papás y mamás no deben angustiarse, disfrutar lo máximo que se pueda con los chicos. Establecer límites y organizarse con actividades para no perder el ritmo de lo que ya venían haciendo. Que haya horas fijas para resolver sus actividades escolares, y que los papis entiendan que hay que acompañar con mucho amor y se vinculen para que el aprendizaje sea mucho más significativo".