Avanzan los días en cuarentena y hay algunos productos que comienzan a escasear y a subir sus precios, es el caso de los cigarrillos y las hojas de coca. Las hojas de coca se vendieron la semana que pasó a 16 mil pesos el kilo, mientras que los cigarrillos aumentaron entre 20 y 30 pesos por cada atado de 10 unidades.
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Avanzan los días en cuarentena y hay algunos productos que comienzan a escasear y a subir sus precios, es el caso de los cigarrillos y las hojas de coca. Las hojas de coca se vendieron la semana que pasó a 16 mil pesos el kilo, mientras que los cigarrillos aumentaron entre 20 y 30 pesos por cada atado de 10 unidades.
Ocurre que una de las medidas de protección sanitaria durante la pandemia incluye el cierre de las fronteras con Bolivia, país de donde provienen las hojas de coca que se consumen en el norte del país. Esta situación hizo que escaseara el producto convirtiéndose en una odisea conseguirlo y además un lujo poder pagarlo.
Los sitios en donde habitualmente se comercializaba se ven con filas de personas esperando poder conseguir el producto, las vendedoras minoristas que solían apostarse en las cercanías a la exterminal de ómnibus hoy lo hacen desafiando las medidas de restricción de circulación en las veredas de calles cercanas a la terminal. Se las puede ver sentadas en el piso con bolsos en las manos donde llevan las hojas de coca que venden a 4 mil pesos el cuarto, sólo a conocidos o clientes.
El precio de este producto convirtió el hábito del coqueo en un lujo, ya que son muy pocos los que pueden costear el gasto que conlleva. Las ventas se realizan cada vez en bolsas con menor contenido, las de 20 gramos cuestan 300 pesos. Según el hábito de cada consumidor una bolsa de 20 gramos les alcanza como mucho para un día, hay quienes indican que consumen un cuarto de hojas en tres días, lo que arroja un promedio de gasto de $ 1.300 por día destinado a ese hábito, un precio que seguramente supera lo invertido en alimentos u otras necesidades.
A través de redes sociales recogimos la opinión de algunos consumidores que nos contaron sus experiencias. Esteban Quiles indicó que conseguir hojas de coca se complicó durante la cuarentena, ya que hay que ir por varios lugares hasta encontrar, y ante eso "comprás la que hay y dejás de lado la calidad que solíamos buscar".
Sobre el precio indicó que "es cara, muy cara, pero como uno ya está acostumbrado a consumirla es difícil cambiar la costumbre de un día para el otro".
Juan Tejerina dijo que "estaba acostumbrado a tener coca todos los días pero ahora con el precio, resulta más difícil. Tendremos que hacer el esfuerzo hasta que baje un poco".
Más barata en La Quiaca
Nuestro corresponsal en La Quiaca, Luis Beltrán, compartió el panorama que se vive en la ciudad fronteriza. Indicó que el cierre de las fronteras es un factor que encarece el precio de las hojas de coca, aunque aclaró que del lado boliviano no hubo suba del precio sino que el valor del peso argentino bajó debido a la suba del dólar blue que es el indicador que toman las casa de cambio. Por cien pesos argentinos el cambio es 5 pesos bolivianos.
Antes del cierre de la frontera el kilo de hojas de coca en Villazón costaba 300 bolivianos equivalente a 1.500 pesos y que tras la cuarentena subió sólo 50 pesos bolivianos que significarían 1.750 pesos. Pero a eso hay que sumarle el "valor agregado" que le imponen los "paseros" de hojas de coca desde Villazón a La Quiaca que le suman cerca de 1.000 pesos por kilo.
Puntualizó que en La Quiaca se consiguen hojas de coca "común", el kilo a 4 mil pesos, la "hojeada" a 6 mil pesos y la "especial" a 8 y 9 mil pesos el kilo. Indicó que a raíz de la escasez y la suba del precio, el hábito de comprar por kilo cambió a comprar en menores cantidades como por cuarto kilo que cuesta más caro que por kilo, cerca de 2 mil pesos. La venta en esa localidad se realiza a través de grupos de WhatsApp.
Los cigarrillos también más caros
En cuanto al consumo de cigarrillos las tabacaleras advirtieron la semana pasada que se están quedando sin stock y solicitaron volver a la producción, es por eso que por estos días la escasez comienza a hacerse notar sobre todo en marcas más conocidas como Philip Morris, Camel, Malboro y otros. Los comercios ofrecen como alternativas marcas de segunda que por lo general son importadas o producto de contrabando. Esta situación trajo también una considerable suba en el producto. Se calcula que un atado de 10 unidades subió entre 20 a 30 pesos en esta semana. Un paquete de Malboro 10 convertible que costaba $ 80 pasó a $100 o $ 110 dependiendo de la despensa.
Consecuencias
Toda esta situación en torno a las hojas de coca y los cigarrillos genera problemas en quienes están habituados a su consumo, por lo cual se advierte respecto a las consecuencias negativas que pueden derivarse de la abstinencia.