Un nuevo año simboliza un nuevo comienzo y nuevas metas a cumplir. Hacer que aquello que veníamos haciendo bien perdure y se intensifique, y lograr que lo que no hacíamos tan bien cambie. También implica nuevos desafíos y porque no, nuevas acciones. Una de ellas puede ser la acción solidaria, aquella que se da de corazón y nos hace muy bien porque ayudando a sanar nos sanamos nosotros mismos.
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Un nuevo año simboliza un nuevo comienzo y nuevas metas a cumplir. Hacer que aquello que veníamos haciendo bien perdure y se intensifique, y lograr que lo que no hacíamos tan bien cambie. También implica nuevos desafíos y porque no, nuevas acciones. Una de ellas puede ser la acción solidaria, aquella que se da de corazón y nos hace muy bien porque ayudando a sanar nos sanamos nosotros mismos.
Porque darles una mano a quienes más nos necesitan es un acto loable y lleno de amor que además de sumarnos a la construcción de un mundo mejor hace que nuestro corazón se engrandezca y nos da un brillo extra. Nos ayuda a encarar la vida de una forma más alegre, optimista y nos hace sentirnos útiles porque al conocer realidades de personas o animalitos que no la pasan bien genera en nosotros un sentimiento de lucha que nos lleva a mirar la vida desde otro lugar y sobre todo a transitarla desde un camino especial, distinto.
En este camino hay muchas piedras, a veces cuesta ir al ver injusticias o desigualdades pero lo que más florecen son las satisfacciones ya que al ver la sonrisa de un niño, de un abuelo, de un hombre en situación de calle o la de ese perrito callejero que te mueve la cola, cuando les brindas tu ayuda, recibís una dosis de amor única, distinta y rara que no se encuentra en otros lugares.
Esa dosis de amor nos reinicia, nos mima y nos cura porque muchos nos involucramos en las causas solidarias después de haber atravesado por algún problema que nos hizo sufrir y para sanar una gran opción es esta, y les aseguro que es muy efectiva. También ocurre mucho que algunas personas se involucren en alguna problemática que ya padecieron, eso se llama resiliencia. Pero eso no significa que te tenga que pasar algo para sumarte, lo puede hacer cualquiera y en todo momento.
Como el cargador de batería de un celular que le da energía cuando ya no la tiene, así es la solidaridad, así es el voluntariado que puede adoptar muchas formas. Y con eso quiero decir que no sólo está relacionado con participar en una fundación, asociación u cualquier ong de forma activa que quizás es la forma más efectiva, pero también se lo puede ejercer en el día a día con pequeñas acciones o dentro de otros espacios, como movimientos sociales, en sectores de la iglesia o en otros. Se puede tomar esta perspectiva de vida en diversos espacios sociales siempre y cuando las acciones partan del corazón y su fin sea solamente el de ayudar para sanar al otro, para hacerle un bien, aliviar su dolor y a la vez eso impactará en nosotros.
Son muchas las problemáticas sociales que nos golpean a diario, y detrás de cada una hay gente que les da pelea de forma independiente y dentro de alguna organización. Detrás de cada dolor hay alguien que intenta sanarlo y siempre se necesitan más manos para hacerlo.
Los flagelos que más persisten son la pobreza, la falta de inclusión a las personas con discapacidad, las adicciones, la violencia de género, el abandono a adultos mayores, el maltrato animal, la contaminación del medio ambiente, la falta de educación y la violencia en todos los sentidos. Podés sumarte a alguna institución, hay una página de Facebook que se llama Voluntariado Jujeño donde te pueden orientar.
Haciendo esto te cambia la vida, nos ayuda a crecer como personas y a soñar con un mundo mejor donde las injusticias sean menores o no las haya directamente. Donde el amor prime por delante de todo, que la igualdad sea la principal consigna de todos y la empatía nuestra filosofía de vida.
Incorporando todo esto podemos pensar en que la vida será mejor, desde nuestro lugar podemos contagiar a los demás y dar nuestro aporte porque de cualquier crisis se sale con la participación de todos y a la vez pedirle al Estado que haga su trabajo.
De esa forma, de esa única forma, podremos superar las problemáticas que nos maltratan.