Muchas veces las personas buscamos escaparnos de nuestra historia, de nuestras herencias, pero llega un momento en el que todas las situaciones nos conducen a reconocernos en nuestras raíces. Héctor "Wayra" Castillo dejó su carrera de enfermero profesional para retomar el saber que heredó de su abuela y hoy se dedica a desarrollar insumos de la medicina ancestral, hace preparados de hierbas para curar diferentes dolencias.
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Muchas veces las personas buscamos escaparnos de nuestra historia, de nuestras herencias, pero llega un momento en el que todas las situaciones nos conducen a reconocernos en nuestras raíces. Héctor "Wayra" Castillo dejó su carrera de enfermero profesional para retomar el saber que heredó de su abuela y hoy se dedica a desarrollar insumos de la medicina ancestral, hace preparados de hierbas para curar diferentes dolencias.
"Todas las hierbas de América tiene propiedades curativas, solo haya que conocerlas", indicó Castillo.
"Vengo de una familia de curanderos. Mi abuela era curandera, su mama también lo era, los que nos criamos con ella vimos lo que hacía y con el tiempo pudimos rescatar algunas recetas que ella tenía para las dolencias", indicó Héctor Castillo recordado los orígenes del saber que hoy comparte en plazas, ferias y exposiciones donde comercializa preparados de hierbas.
Wayra Castillo integra la comunidad originaria Mayra de Palpalá y alrededores y desde ese lugar impulsa la recuperación de saberes ancestrales, "hoy rescato recetas para algunas dolencias, las estoy haciendo y dan muy buenos resultados. Al final la abuela siempre tuvo razón", indicó.
Sobre los motivos que lo llevaron a dejar su carrera de enfermero profesional para dedicarse a la medicina natural, comentó "he estudiado en este sistema, soy un profesional de la salud con especializaciones, diplomaturas y cursos, pero renuncié y me dedico a esto porque estoy totalmente convencido que esto es mejor que la medicina científica que no le da respuesta a muchísima gente. Siento que soy útil haciendo lo que hago. Sé que le sirve a la gente. Renuncie a tener un trabajo fijo, en el que me pagaban bien, puedo asegurar que esto me da más gratificaciones. Estoy con mi familia, recibo a las personas y las personas se van tranquilas".
Castillo indicó que uno de los cuestionamientos que le hace a la medicina científica -como él la llama-, es que hay un despersonalización en la atención. "Hoy los médicos en 5 minutos atienden a una persona. Creo que hay una despersonalización, yo me dedico como mínimo 45 minutos a cada consulta. Estoy convencido de lo que hago y que no estoy solo en esto, tengo muchas comunidades que me apoyan porque estoy haciendo lo que hacía mi abuela", explicó.
Por otro lado indicó que la medicina natural implica un aprendizaje permanente, "aprendo de la gente, muchas abuelas se acercan y me cuentan para qué utilizan una hierba y yo les cuento para qué la uso yo y así construimos nuestro saber de forma conjunta".
Sobre el proceso que lleva cada preparado de hierbas, Héctor Castillo señaló que muchas hierbas de las que usa en los preparados las cultiva en casa de familiares y en su casa. Otras que crecen en los montes, las recoge de los cerros más cercanos, como por ejemplo las laderas de las Serranías de Zapla. Asegura que "solo se trata de saber para qué sirve cada una de ellas", ya que todas tienen propiedades beneficiosas para la salud. "Muchas veces en nuestro patio crecen hierbas que cortamos y tiramos sin saber que es curativa", agregó.
En cuanto a las mezclas que realiza dijo que es necesario conocer la propiedades de cada planta para que las curaciones se realicen en menor tiempo.
"Sentir la naturaleza"
Castillo comentó que la medicina andina está basada en hierbas, a diferencia de la medicina europea que esta basada en aceites esenciales.
"Los pueblos de Latinoamérica sabían que todas las hierbas tiene propiedades curativas. Pero la medicina ancestral consiste en conocer a la naturaleza. Por eso siempre destacamos la importancia de la cosmovisión andina, que consiste en ver al mundo desde el punto de vista indígena, los que significa descristianizarnos, desevangelizarnos, desesquematizarnos y sentir la naturaleza".
Indicó que es importante "el hacer" desde la cosmovisión andina, "yo lo entiendo así, por ejemplo para hacer algún jarabe tengo que ver como esta el sol y como esta la luna. O cuando tengo cuando tengo que ir a buscar una planta tengo que conocer a la naturaleza".
"Mi abuela tenia razón, tengo que levantar su nombre porque en aquel entonces no le dejaban ejercer la medicina natural y hoy puedo compartir su saber", concluyó Castillo.