Rampas tapadas, edificios sin baños adaptados o transporte público sin acceso para sillas de ruedas son algunos de los inconvenientes que padecen aquellas personas que poseen una discapacidad motora, entre ellos, Eduardo Medina, quien busca crear una sociedad con más inclusión y empatía.
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Rampas tapadas, edificios sin baños adaptados o transporte público sin acceso para sillas de ruedas son algunos de los inconvenientes que padecen aquellas personas que poseen una discapacidad motora, entre ellos, Eduardo Medina, quien busca crear una sociedad con más inclusión y empatía.
Medina tiene 52 años, vive en Ciudad de Nieva y a partir del año 2014 tras contraer un problema de salud sufrió la amputación de una de sus piernas.
Desde ese momento su vida cambió y emprendió una lucha incansable para mejorar sus condiciones de vida y la de las otras personas que poseen una discapacidad. Entendió también la importancia de contribuir para crear una ciudad más inclusiva y consciente sobre esta problemática tan importante que nos afecta a todos.
Fue así que su espíritu de resiliencia lo llevó a hacer todo lo que hace hoy en día siendo un ejemplo de superación, "una vez que me pasó inició mi lucha por tener una ciudad más accesible sobre todo en el ámbito de concientizar a la gente y mostrarle el perjuicio que nos ocasiona, entre tantas cosas, el tema de las rampas que son tapadas y el acceso a distintos lugares", mencionó Medina.
Las buenas acciones también se pueden practicar desde la cotidianeidad. Siendo más solidarios, pensando más en el otro y respetándonos entre todos, podemos construir una sociedad con menos violencia, más armonía y empatía.
Al respecto comentó que "hay una gran cantidad de personas con discapacidad que existen en la provincia. Cuando empecé a transitar en sillas de ruedas me di cuenta todo lo que falta en la ciudad. Hay mucha falta de rampas y lugares públicos sin acceso para silla de ruedas, en negocios, restaurantes, etc".
"Realmente hasta que no estás en silla de ruedas no te das cuenta lo difícil que es para nosotros movernos en las condiciones actuales que tiene la ciudad", dijo.
Uno de sus principales objetivos es concientizar a la sociedad, "cuando vas a una confitería y hay un cartel que dice no fumar, la gente respeta eso y no lo hace. Si se logró eso por qué no se puede concientizar que las personas respeten y no estacionen en las rampas. Es una cuestión de tener más control y voluntad para lograrlo", añadió.
Asimismo remarcó la necesidad de que haya más participación del Estado en esta situación, "incrementaron las multas para autos que tapan rampas pero a pesar de eso el control es muy poco. Hay lugares que nadie se fija, el otro día le dije a un inspector que había un auto estacionado en un lugar exclusivo para personas con discapacidad y me dijo "esa no es mi cuadra".
También sostuvo que falta más apoyo por parte de las autoridades y campañas fuertes de concientización para que la gente sepa sobre esta problemática.
En ese sentido aseguró que "yo creo que la gente no sé si por la situación del país o las vorágines del día, pero la gente es muy poco solidaria".
Pretende que se hable más del tema en las escuelas, "desde chicos en las escuelas sería muy lindo que se trate de hacer algo para la discapacidad, no para lamentarse de esa situación sino sobre el tema de llegar a la igualdad de todos".
Respetar la ordenanza
La ordenanza municipal Nº 3.090/ 2000 hace mención a la cantidad de espacios de estacionamientos exclusivos para vehículos que transportan a personas con discapacidad dejando claro que por manzana debería haber por lo menos un lugar para ellos.
Esta disposición no se respeta porque "en todo el centro sólo hay tres lugares para personas con discapacidad", indicó Medina.
Duras consecuencias por tapar rampas
“El tema de las rampas es un tema muy especial, hasta que no me pasó no me di cuenta de esto. Quizás no lo valoraba pero ahora sé lo que ocasiona que te tapen una rampa. Es algo que a nosotros nos encierra en un solo lugar, hubo una época que no quería salir de mi casa por las rampas tapadas o porque la gente te responde mal cuando le reclamás”, mencionó Eduardo Medina.
Para visibilizar estas situaciones creó una página de Facebook denominada: “Hoy por mí, mañana por todos”.
En la cual sube fotos de autos estacionados en rampas o en las veredas. Invita a todos los que quieran ayudarlo a concientizar.
En el casco céntrico de nuestra ciudad es frecuente observar a automovilistas descuidados, poco solidarios o apurados que estacionan sus vehículos justo en alguna rampa, actitud que genera indignación ya que obstaculizan el paso de personas en sillas de ruedas.
Asimismo afirmó que “algunos te insultar, te tratan mal, me dicen que en cinco minutos vuelvo pero esos cinco minutos no son mi tiempo. Y yo tengo que esperar hasta que vuelvan, hay muchos que se desplazan solos en silla de ruedas y lo padecen más. Lo peor es que algunos conductores son muy agresivos y atrevidos. Te miran como si fueras un bicho raro y eso duele”.
No obstante, dentro de esa reducida cantidad de rampas hay otro inconveniente que solo ellos lo perciben, hay una mala construcción de las mismas.
Muchas de ellas no están adaptadas a la calle, es decir tienen un pequeño escalón y no se acoplan al pavimento.
Esta situación desfavorable hace que se dificulte aún más el acceso por ahí de personas en sillas de ruedas, adultos mayores con bastones o madres y padres que circulan con bebés en coches.
Inició una campaña denominada “Ponete en mi lugar, no en mi espacio” que consta en colocar calcomanías en automóviles que se estacionan en rampas a fin de concientizar y dejarles el aviso a estas personas de que haciendo eso perjudican a otras.
Estos adhesivos son hechos de un material que no es tan pegajoso y que se puede despegar muy fácilmente. “La idea no es hacer esto desde la violencia, pero si ellos me perjudican a mí yo por lo menos les hago saber eso”, agregó Medina.