El obispo de Jujuy monseñor César Daniel Fernández, en comunicación con El Tribuno de Jujuy, informó ayer que los testimonios que dan cuenta de la vida de santidad del padre Tarcisio Rubín, el sacerdote scalabriniano que murió y desarrolló su apostolado misionero en la Diócesis de Jujuy y al que se le atribuyen numerosos milagros, ya fueron entregados al Vaticano (Roma) donde serán estudiados y desde donde seguirán la causa.
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El obispo de Jujuy monseñor César Daniel Fernández, en comunicación con El Tribuno de Jujuy, informó ayer que los testimonios que dan cuenta de la vida de santidad del padre Tarcisio Rubín, el sacerdote scalabriniano que murió y desarrolló su apostolado misionero en la Diócesis de Jujuy y al que se le atribuyen numerosos milagros, ya fueron entregados al Vaticano (Roma) donde serán estudiados y desde donde seguirán la causa.
En casos como éste para la canonización se requiere la comprobación de un signo sobrenatural, un hecho milagroso.
"En octubre del año pasado ha culminado la fase diocesana de investigación y recolección de datos y de testimonios que puedan ayudar a la presentación de su figura como un modelo ejemplar de vida cristiana y sacerdotal", explicó monseñor.
Y según el estricto proceso que hay que cumplir, junto al fray Juan José Nuñez, vicepostulador de la causa de canonización del Siervo de Dios Tarcisio Rubín "el 13 de enero ya presentamos la documentación en Roma, en la Congregación de la Causa de los Santos que estudia los procesos beatificación y canonización que se van presentando en las distintas diócesis del mundo".
"Así que allí quedaron nuestras cajas" que contienen más de 1.200 hojas recolectadas y debidamente certificadas, dijo Fernández.
Esto sigue todo un proceso, siguiendo el orden de las causas que se presentan y la capacidad de trabajo que tengan, "allí nos dijeron que estiman que en unos meses ya se podrán abocar a la lectura de todos los testimonios que pudimos recoger", explicó el obispo.
Acto seguido, "a lo mejor nos venga alguna indicación referida a si tenemos que completar algún requisito o no. A lo mejor está todo bien y podrá seguir adelante el proceso que consistirá en la presentación de lo que se denomina la a positio, una presentación más elaborada de la vida del padre Tarcisio, de sus virtudes y de las obras" por las cuales se considera que debe ser canonizado, indicó Fernández.
De continuar en camino se debrá armar un libro único con la vida completa del Siervo de Dios, lo que demandará un largo tiempo.
Una vez listo pasará a una primera mesa de 10 canonistas y teólogos quienes deberán estudiar todo.
Si pasa correctamente todas las instancias, el libro único quedará en estudio de la comisión de cardenales y obispos que suman 25 y si éstos lo aprueban se comunica al Santo Padre, el papa Francisco, quien declara que el Siervo de Dios pasa a ser Venerable.
Don Pedro Ortiz de Zárate, más cerca del altar
DON PEDRO ORTIZ DE ZÁRATE / ESTÁ UN PASO MÁS CERCA DE SER CANONIZADO.
La Congregación de la Causa de los Santos ya aprobó el segundo paso que acerca a la canonización a los Mártires del Zenta, entre ellos el jujeño Pedro Ortiz de Zárate.
“La Congregación de la Causa de los Santos aprobó la a positio, es decir, el segundo paso en el proceso que lleva camino a la canonización. Allí se dio por aprobado el proceso diocesano por lo que ya está un paso más delante de este camino”, explicó el obispo de Jujuy, monseñor Cesas Daniel Fernández.
El proceso inició entre 20 y 30 años tras pero afortunadamente tomó impulso en los últimos 5 años debido a que hay gente y recursos que se dedican exclusivamente para este caso, comentó el obispo.
Consultado sobre cuál es el próximo paso a seguir explicó que ya aprobada la a positio, se podrá seguir avanzando con la causa.
“Al ser este caso un martirio, no haría falta ningún milagro para certificar el mismo y proceder a la beatificación” agilizando un poco los tiempos que en estos casos son muy largos y requieren de mucha paciencia.
Pedro Ortiz de Zárate junto al sacerdote italiano Juan Antonio Solinas y un grupo de casi 20 personas en el Valle del Zenta sufrieron el martirio a causa de la agresión de las tribus que en ese entonces lo habitaban.
El jujeño fue párroco en Humahuaca y está sepultado en alguna parte de la Iglesia Catedral, “sólo tenemos algunas referencias que corresponden a la ubicación histórica de la antigua iglesia denominada por entonces Matriz. Habrá que hacer estudios más finos para ver si podemos dar con la localización”, indicó monseñor Fernández.
Cabe destacar que la Diócesis de Orán ha sido la que ha llevado adelante el proceso de canonización de los llamados Mártires del Zenta.
Un poco de la historia de Tarcisio Rubín
El obispo César Daniel Fernández comentó que de a cuerdo a los testimonios recogidos en los últimos tiempos, las personas que hablan del padre Tarcisio Rubín se refieren a él como “persona amiga, acompañante y servicial, que se hizo carne, sobre todo, de los migrantes que con trabajos duros llegaban a Jujuy para ganarse la vida. Y muchas veces en condiciones de olvido”.
“El padre fue como un ángel de la guarda, un ángel bondadoso acompañando a la gente más olvidada que en él encontró una invitación a la vida cristiana”, señaló. Tarcisio Rubín nació en el pueblo de Loreggia, provincia de Padua, Italia. Sin embargo, tras su llegada a la Argentina el 9 de abril de 1974, el recuerdo del misionero scalabriniano está latente en el corazón de distintas comunidades jujeñas y de otras provincias argentinas, en las que dejó sembrada la semilla de la fe, de la caridad sin límites y de su profundo amor por los más humildes. A fines de septiembre de 1983, el misionero cayó gravemente enfermo y fue derivado a Córdoba. Pero desoyendo la prescripción médica, cumplió el que sería su último sueño: volver a Jujuy. Al llegar a San Pedro siguió hasta San Francisco de Valle Grande y fue a visitar las familias de Alto Calilegua donde la directora y un grupo de niños de la escuela del lugar fueron a recibirlo a la entrada del pueblo. Tras celebrar la misa a las 21, se retiró a orar a la capilla, al día siguiente los niños fueron a despertarlo pero lo encontraron sin vida frente al altar. Hoy sus restos descansan en la capilla del cementerio Cristo Rey de San Pedro.