Un anciano de 94 años asesinó el lunes a balazos a su sobrino y a las dos mujeres que lo cuidaban en una casa de la localidad bonaerense de Caseros, y le dijo a los policías que lo detuvieron que los había matado porque le robaban dinero.
Antonio Pignotti se negó a declarar ayer ante el fiscal de la causa, que pidió que el nonagenario siguiera detenido.
Los investigadores aseguraron que los efectivos policiales que llegaron al lugar alertados por vecinos observaron el momento exacto en el que el anciano asesinaba de un balazo en la cabeza a una de sus víctimas cuando pretendía escapar de la casa y que le gritaba "estoy cansado de que me roben!".
Según las fuentes, el hecho ocurrió cerca de las 13 en una vivienda situada en la calle Tres de Febrero al 3800, casi esquina Ángel Pini, a metros de la Plaza Pineral, de Caseros, donde el acusado, identificado como Antonio Pignotti (94), residía solo.
De acuerdo con los voceros, un vecino del barrio escuchó disparos provenientes de esta casa, por lo que alertó de la situación a efectivos que recorrían la zona a bordo de un patrullero de la comisaría 1ra. Caseros y se trasladaron hasta el lugar.
Una fuente judicial explicó a Télam que en momentos en que el patrullero estacionaba en la puerta de la vivienda los policías observaron a una mujer tirada en la puerta de ingreso y a otra de mayor edad que salía a la carrera y que desde atrás un anciano le disparaba en la cabeza, a raíz de lo cual, la víctima cayó en el patio delantero.
Ante esa situación, los efectivos inmediatamente aprehendieron a Pignotti, quien portaba una pistola calibre .22 marca Tala, la cual fue secuestrada para ser posteriormente sometida a peritajes balísticos.
El comisario inspector José María Cignoli, jefe Departamental San Martín, explicó que ante la presencia de los policías, el acusado no se resistió y arrojó el arma al suelo.
Este jefe policial aclaró que si bien en un primer momento se había informado que Pignotti era un efectivo retirado de la Prefectura Naval Argentina (PNA), en realidad, se trató de una confusión con "un carnet de timonel" que fue hallado en la casa del detenido.
En tanto, los primeros efectivos en arribar a la escena del crimen también auxiliaron a las dos mujeres baleadas en el frente de la vivienda y luego entraron a la misma donde hallaron a Huberto Rubén Buffoni (60), sobrino de Pignotti, tirado en el piso y asesinado de un balazo en la espalda, dijeron los informantes.
Según las fuentes, las mujeres, identificadas como Miriam Esther Segovia (50) y su madre Ana María López (80), fueron trasladadas de urgencia al Hospital Carrillo de Tres de Febrero, donde la primera de ellas murió al ingresar y como consecuencia de un tiro en el tórax.
Mientras, López estuvo internada con "pronóstico reservado" hasta minutos después de las 17 de la citada jornada cuando falleció a raíz de una herida de bala en la cabeza.
De acuerdo con lo que pudieron reconstruir los investigadores a partir de las primeras diligencias, Segovia y López residían a unas ocho cuadras de la escena del crimen, en Esteban Merlo y avenida San Martín, también de Caseros, y habitualmente cuidaban de Pignotti.
En tanto, Buffoni era el único familiar que visitaba regularmente al ahora acusado, respecto de quien algunos de sus vecinos contaron a la prensa que tenía mal carácter.
"Si te prestaba plata, venía y te decía: 'Más vale que me devuelvas la plata porque sino te mato'", recordó un hombre que reside en el barrio y que solía jugar tejo con Pignotti en la plaza.
Este vecino también contó que hace un año, el anciano le había prestado una suma de dinero a su sobrino para que "edifique" en un terreno lindero a su domicilio, lo que todavía no había ocurrido, por lo que el testigo no descartó que esto haya sido lo que motivó su "locura".
Una prima del asesinado Buffoni, relató que Pignotti trabajó como colectivero y que era malo y agresivo.
Un estudio médico determinó que el triple homicida estaba lúcido, ubicado en tiempo y espacio, por lo que era imputable
El fiscal también acusó a Pignotti de “tenencia ilegal de arma de uso civil”, ya que la documentació de la pistola estaba vencida.
