La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) comenzó a trabajar en la obtención de normas que regulen la comercialización de anteojos y armazones en el país, para evitar la comercialización de productos apócrifos potencialmente riesgosos para la salud visual de la población.
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La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) comenzó a trabajar en la obtención de normas que regulen la comercialización de anteojos y armazones en el país, para evitar la comercialización de productos apócrifos potencialmente riesgosos para la salud visual de la población.
Según confirmó el administrador del organismo, Carlos Alberto Chaile, la Anmat inició una serie de reuniones de trabajo para lograr la instrumentación de regulaciones que prohíban la comercialización ilegal de ese tipo de mercadería.
Durante el acto por el aniversario de los 25 años de Anmat, realizado en al sede de la Academia Nacional de Medicina, Chaile se mostró conforme con las charlas previas junto a distintas cámaras del sector de la industria óptica para arribar a dicha regulación.
En el mismo ámbito, el presidente de la Cámara Argentina de Industrias Ópticas y Afines (Cadioa), Norberto Fermani, confió que en poco tiempo se podrá obtener "normas de calidad" para la fabricación de lentes y armazones.
"Estamos muy entusiasmados con este trabajo conjunto que hemos iniciado con la Anmat y otros representantes del sector óptico. El nivel de profesionalismo y capacidad técnica del Organismo permitirá que en poco tiempo tengamos normas técnicas de calidad para lentes y armazones, como ocurre en los países desarrollados del mundo", expresó Fermani.
Según Cadioa, en los primeros siete meses del corriente año, ingresaron al país 1.339.000 pares de anteojos y armazones sin control alguno, debido a que no existe regulación alguna que determine estándares de calidad para los materiales, la elaboración o la procedencia de estos productos.
En ese sentido Fermani advirtió que "no existe ningún tipo de control básico sobre el material óptico que se comercializa en el mercado argentino".
"Al no haber ninguna norma que exija un etiquetado que identifique la categoría de lente o la composición de sus materiales, las autoridades no tienen herramientas para decomisar lentes o anteojos potencialmente peligrosos", añadió.