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La fiesta jujeña de la primavera está tomando color de a poco y los estudiantes del Colegio "Éxodo Jujeño" trabajan en su carroza. El canchón es el templo de los jóvenes, allí ellos se desenvuelven y se entretienen con bromas, chistes y algunas anécdotas. Las jovencitas cortan los papeles para las flores y otras arman flores con materiales reciclables.
Las labores en los canchones están perfectamente delimitadas. Cada uno sabe cómo y que tiene que hacer.
La carrocera Candela Morales comentó que "estamos unidos todos, ser carrocera es un orgullo compartir junto a mis compañeros, si bien la experiencia la experimenté el año pasado, nunca se pasan las ganas de poder vivir de nuevo esta etapa".
Además, expresó que son 50 carroceros que dan su máximo esfuerzo para llegar "a punto" con la carroza y lograr los mejores puntajes.
El trabajo de ser carrocero, implica el compañerismo y apoyo de los profesores. Es por ello que los estudiantes cuentan con el asesoramiento de dos profesores, quienes son los que impulsan las ideas de los jóvenes para armar cada proyecto y les brindan sus consejos. "Desde que entramos a la mañana es muy dinámica la jornada, nosotros le metemos muchas ganas y a trabajar a full", comentaron los estudiantes.
Ser carrocero es un orgullo para los estudiantes del Colegio Éxodo Jujeño que cuentan con el apoyo de docentes y directivos.
Mientras los chicos se ocupan de la estructura de la carroza, las chicas dejan volar su creatividad a la hora de confeccionar las flores.
Se suman momentos de relajación cuando los estudiantes aprovechan para hacer bromas y compartir algo rico para comer.