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Trump puso fin al acuerdo de EE UU con Cuba

El presidente anunció la cancelación del pacto firmado por Obama con la Isla y advirtió una nueva política.El mandatario ratificó la vigencia del bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene con ese país.

Viernes, 16 de junio de 2017 18:25
ANUNCIOS/ DONALD TRUMP DURANTE EL ACTO CELEBRADO EN MIAMI. 

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció ayer el fin del acuerdo "unilateral" de su predecesor Barack Obama hacia Cuba, prohibió hacer negocios con los militares en la isla y prometió apoyar al pueblo cubano en su lucha contra su "brutal" gobierno.

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El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció ayer el fin del acuerdo "unilateral" de su predecesor Barack Obama hacia Cuba, prohibió hacer negocios con los militares en la isla y prometió apoyar al pueblo cubano en su lucha contra su "brutal" gobierno.

"A partir de ahora, estoy cancelando completamente el acuerdo unilateral con Cuba", dijo Trump en un pequeño teatro en la Pequeña Habana de Miami, al anunciar al exilio cubano sus modificaciones en la política de Washington hacia La Habana.

"No queremos que los dólares estadounidenses vayan a parar a un monopolio militar que explota y abusa a los ciudadanos de Cuba (...) y no levantaremos las sanciones hasta que se liberen los presos políticos", prometió Trump.

Trump anunció la "cancelación" de la política de Obama hacia Cuba y se mostró dispuesto a negociar "un acuerdo mejor" con la isla, pero solo si hay avances "concretos" hacia la celebración de "elecciones libres" y la liberación de "prisioneros políticos" en la isla.

Asimismo, Trump, aseguró que "pronto se va a lograr una Cuba libre" y calificó de "brutal" al régimen castrista, con el tradicional tono anticomunista propio de la Guerra Fría.

"Haremos cumplir el embargo", enfatizó el presidente durante su discurso en el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana.

"Cuando los cubanos den pasos concretos, estaremos listos, preparados y capaces de volver a la mesa para negociar ese acuerdo, que será mucho mejor", dijo Trump.

El mandatario aseguró que confía en que "pronto" llegue el día en que haya "una nueva generación de líderes" que implemente esos cambios en Cuba, dado que el presidente Raúl Castro dejará el poder en febrero de 2018.

"Nuestra embajada permanece abierta con la esperanza de que nuestros países puedan forjar un camino mucho mejor", añadió Trump.

El giro de Estados Unidos de su política hacia Cuba incluye entonces el mantenimiento del bloqueo comercial y financiero sobre la isla y la oposición a las peticiones internacionales para que el Congreso lo levante, informó la Casa Blanca.

Principalmente, la nueva política impide cualquier transacción financiera con el Grupo de Administración de Empresas (Gaesa), un holding estatal cubano que de acuerdo con Washington beneficia directamente a altos jefes de las Fuerzas Armadas.

Trump también fijó medidas más estrictas para controlar que los estadounidenses que viajen a la isla lo hagan, en efecto, en el marco de las 12 categorías ya implementadas por Obama, ninguna de las cuales incluye el turismo.

Levantan plan para inmigrantes


El gobierno de Donald Trump anunció la cancelación de un plan para legalizar a millones de inmigrantes ilegales con hijos nacidos en Estados Unidos, pero dijo que mantendrá por ahora el “Daca”, que protege de la deportación a cientos de miles de jóvenes.

Trump prometió en su campaña deportar a los indocumentados, construir un muro en la frontera con México y eliminar el “Daca”, que permite a hasta 1,7 millones de jóvenes que fueron traídos a Estados Unidos ilegalmente por sus padres estudiar, tramitar permisos de trabajo y una licencia de conducir. Más de 750 mil se han acogido al programa.

Pero tras su elección, Donald Trump fue moderando su opinión sobre el popular “Daca”, y el Departamento de Seguridad Interior anunció en su sitio web el jueves por la noche -en el quinto aniversario del programa- que por ahora seguirá vigente.

Sin embargo, una propuesta de Obama de 2014 para proteger también de la deportación a unos 3,6 millones de madres o padres de niños nacidos en Estados Unidos, muchos de ellos residentes en el país hace años, fue eliminada, anunció el gobierno.

Ese programa, conocido como “Dapa”, nunca ha sido implementado debido al riesgo de demandas judiciales.

Tras el anuncio del “Dapa” por parte del gobierno Obama, 26 estados presentaron una demanda en una corte federal de Texas y lograron bloquearlo. El año pasado la Corte Suprema trató el caso y no consiguió llegar a un veredicto, con lo cual el fallo de la corte texana siguió vigente.

Estados Unidos tiene 11 millones de inmigrantes sin papeles, muchos de los cuales residen en el país hace años, pagan sus impuestos y tienen hijos estadounidenses. 

Sin embargo, el país no cuenta con ningún camino hacia la legalización, lo cual deja a estas personas bajo el riesgo de ser deportadas en cualquier momento.
 

Las consecuencias


Los principales cambios de Donald Trump sobre la política con Cuba son una prohibición para que las empresas de Estados Unidos hagan negocios con compañías cubanas de propiedad o controladas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, que son buena parte de las compañías estatales, dominantes en la economía de la isla, y restricciones a los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla. 

Por otra parte, la organización “Engage Cuba”, que busca ampliar las relaciones comerciales con Cuba e influir para ello en el Congreso de Washington , hizo conocer los costos que tendrá para Estados Unidos revertir totalmente la apertura iniciada en el año 2015 por el expresidente, Barack Obama, y los estimó en unos 6.600 millones de dólares en los próximos cuatro años, además de la pérdida de al menos 12.300 puestos de trabajo, especialmente en los estados del sur de ese país.
 

Auditoría a los viajeros


Uno de los mayores legados políticos del anterior presidente, Barack Obama, fue la apertura de las relaciones diplomáticas con La Habana en 2015, tras medio siglo de ruptura y desconfianza.

Desde entonces, Washington ha estado abriendo un incipiente flujo de intercambio comercial y permitió que los estadounidenses viajen dentro de 12 categorías, entre ellas el “contacto pueblo a pueblo” o el “intercambio cultural”.

Ahora, bajo el nuevo Memorándum Presidencial de Seguridad Nacional, el Departamento del Tesoro auditará tales justificaciones para viajar, cuando antes el viajero sólo tenía que dar su palabra.

El endurecimiento de la restricción a los viajes fue criticado por el embajador de Cuba en Washington.

“Ya es oficial: estos son los nuevo enemigos de la política exterior estadounidense. Cuídense!”, escribió José Ramón Cabañas en Twitter, junto a una fotografía de turistas paseando en La Habana.

Más de un cuarto de millón de estadounidenses visitó la isla en lo que va del 2017, lo que representó un crecimiento de 145% frente a igual período de 2016, informó ayer un portal cubano.

 

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