El año 2016 marcó otro triste récord respecto al hambre a nivel internacional, luego de que un informe mundial de un organismo de la ONU sobre crisis alimentaria revelara que cerca de 108 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria, un drástico aumento frente a los 80 millones registrados en 2015.
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El año 2016 marcó otro triste récord respecto al hambre a nivel internacional, luego de que un informe mundial de un organismo de la ONU sobre crisis alimentaria revelara que cerca de 108 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria, un drástico aumento frente a los 80 millones registrados en 2015.
El documento, en cuya elaboración se integraron diversas metodologías de medición, es fruto de una nueva colaboración entre la Unión Europea y Usaid/Fewsnet (red de alerta contra la hambruna de EEUU), instituciones regionales de seguridad alimentaria y organismos de la ONU, entre ellos la FAO, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y Unicef.
"Este informe pone de relieve la necesidad fundamental de acciones rápidas y específicas para responder eficazmente a las crisis alimentarias y abordar sus causas profundas. La UE ha asumido el liderazgo en esta respuesta", explicó Neven Mimica, comisario europeo de Cooperación Internacional y Desarrollo.
"En 2016 ya asignamos 550 millones de euros, seguido de otros 165 millones que acabamos de movilizar para ayudar a las personas afectadas por el hambre y la sequía en el Cuerno de África", agregó el funcionario.
El fuerte incremento refleja los problemas de la población para producir y acceder a los alimentos debido a los conflictos, los precios a niveles récord en los mercados locales de los países afectados y a eventos meteorológicos extremos como la sequía y las lluvias irregulares causadas por fenómeno climático "El Niño".
Los conflictos civiles son el factor determinante en nueve de las diez peores crisis humanitarias, lo que pone de relieve el estrecho vínculo existente entre paz y seguridad alimentaria, según revela el Informe mundial sobre crisis alimentarias 2017.
El informe sostiene que la demanda de ayuda humanitaria y para la creación de resiliencia se intensificará este año, ya que cuatro países corren el riesgo de sufrir hambrunas: Sudán del Sur, Somalia, Yemen y el noreste de Nigeria.
Otros países que requieren asistencia a gran escala debido a la inseguridad alimentaria generalizada son Irak, Siria (incluyendo a los refugiados en países vecinos), Malawi y Zimbabwe.
El director General de la FAO, José Graziano da Silva, afirmó que se puede "evitar que la gente muera a causa de la hambruna, pero si no ampliamos nuestros esfuerzos, millones seguirán padeciéndola".