TILCARA (Corresponsal). El Hotel de Turismo es el centro de operaciones ante la emergencia climática sufrida el viernes pasado. Entre la gente solidaria que brinda su ayuda a los afectados, nos cruzamos con cuatro miembros de la Asociación Laica Budista "Soka Gakkai", y el primero en presentarse es Javier Canals, quien nos cuenta que "la asociación nació antes de la Segunda Guerra Mundial en Japón y la fundó un docente: Tsunesaburo Makiguchi".
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TILCARA (Corresponsal). El Hotel de Turismo es el centro de operaciones ante la emergencia climática sufrida el viernes pasado. Entre la gente solidaria que brinda su ayuda a los afectados, nos cruzamos con cuatro miembros de la Asociación Laica Budista "Soka Gakkai", y el primero en presentarse es Javier Canals, quien nos cuenta que "la asociación nació antes de la Segunda Guerra Mundial en Japón y la fundó un docente: Tsunesaburo Makiguchi".
Relata, mientras descansan de su labor de ayuda a los afectados en esta localidad, que "por ese tiempo Japón estaba bajo un régimen militar, y Makiguchi funda la asociación con la intención de generar un ámbito de paz en la sociedad. Empezó a ser perseguido, cae preso y murió en la cárcel. Su discípulo, Josei Toda, es testigo del Japón devastado de Hiroshima y Nagasaki, y continúa con el deseo de paz de su maestro".
Canals nos cuenta que "discípulo de Josei Toda es Daisaku Ikeda, quien lleva al budismo y la Soka Gakkai por todo el mundo, y en Argentina somos alrededor de treinta mil miembros. Dos de nosotros vivimos en Córdoba y los otros dos en Buenos Aires, y el lunes estuvieron otros que venían de Tucumán, y vinimos especialmente para ayudar a los damnificados".
Precisó que "estuvimos en el barrio de La Falda sacando piedras y barro del derrumbe".
Julián Dalía viene desde Buenos Aires, y nos cuenta que "nos ofrecieron la buena oportunidad de venir a ayudar".
Santiago López, de Córdoba, dice que "estuvimos repartidos por varios lugares, por ejemplo en Mataderos ayudando a la gente que tenía barro en toda la casa. Yo pensé que venía por un día y volvía, pero había que quedarse".
Canals nos explica que "además de la ayuda física buscamos alentar a las personas. Pensamos que como esté la persona es la fortaleza que lo va a ayudar a salir adelante".
Uno de ellos es técnico radiólogo, otro es músico, hay un farmacéutico y Javier Canals trabaja en Soka Gakkai, y aprovechan sus vacaciones para esta labor voluntaria. Dalía nos dice que "tratamos de generar confianza en todos los ámbitos de la vida, a través de cómo cada uno acciona en lo cotidiano. Y si uno en su trabajo pide permiso para venir a ayudar, es algo que se nos permite".