El barrio Rincones de San Pedrito II es un complejo habitacional ubicado en las últimas cuadras que llegan al río Grande de ese populoso sector barrial, y tristemente tiene la particularidad que todos los días ocurre algún tipo de hecho delictivo ante una presencia policial que es "prácticamente nula".
Ante esta situación, los vecinos no saben que más hacer para ser escuchados, y sumado a ésto hace más de cincuenta días que no tienen alumbrado público por un conflicto que ni la comuna ni la empresa que vendió los lotes se quieren hacer cargo.
"Vivimos en medio de dos asentamientos, estamos en la boca del lobo, acá todos los días pasa algo, todos los días alguien es asaltado y es preocupante que cada vez que se requiere la presencia policial, nunca tienen móvil o personal", dijo Dante Cáceres, uno de los vecinos del sector.
Una veintena de vecinos se entrevistó con El Tribuno de Jujuy y cada uno tiene una triste anécdota para contar sobre un hecho delictivo del que fue víctima o testigo. Cada uno tiene en su teléfono celular alguna filmación o fotografía sobre distintos hechos de robo.
"El otro día una vecina caminaba hacia la parada de colectivos para ir a trabajar y dos tipos en moto forcejearon con ella para quitarle su cartera, no lograron robarle, pero le pegaron en todas partes del cuerpo", dijo otra vecina, Claudia Pacheco.
El barrio es relativamente nuevo, tiene unas 6 manzanas y algunas de las calles que componen este predio son Miguel Cané y Dalesio, las cruzan las calles Telui, Puna, Cerro Zapla y Gobernador Tello, entre otras.
Por jurisdicción, la Subcomisaría del barrio San Francisco de Álava está a cargo de velar por la seguridad del barrio.
Esta Subcomisaría está distante a unas 15 cuadras del sector, y tiene además que velar por la seguridad de los barrio San Francisco de Álava, tres asentamientos y "tiene 4 efectivos policiales por turno que nunca pueden venir", dijo otro hombre indignado con la situación.
"La otra noche intentaron violar a una chica, pedía auxilio en medio de la oscuridad y entre algunos vecinos que nos comunicamos por Whatsapp salimos y logramos rescatarla. La policía demoró más de 40 minutos en llegar", dijo Silvia Salazar.
Los vecinos dejaron en claro que desde que se quedaron sin el alumbrado público, los hechos delictivos aumentaron considerablemente, y se mostraron preocupados por la "inacción policial" ante estos hechos denunciados.
La noche caía y la presencia de la prensa en la zona incomodó a un grupo de jóvenes que pasaron varias veces por el lugar donde estaban los vecinos reunidos, con miradas desafiantes y algunos insultos hacia estas personas. "Estos chicos no son de acá, vienen a robar, los conocemos a todos", dijo otra vecina.
"Esto es tierra de nadie, lo único que nos queda es refugiarnos en nuestras casas y rogar para que no nos roben. No podemos salir a visitar a nadie porque se nos meten a nuestras casas", dijo David Rojas.