La oración tendrá lugar en la Universidad de Teherán, desde donde saldrá la procesión fúnebre, informó Hamzeh Jalili, portavoz del Consejo del Discernimiento, órgano que presidió Rafsanyani hasta su muerte.
El exmandatario, uno de los arquitectos de la revolución islámica de 1979 y antigua mano derecha del ayatollah Ruhollah Jomeini, será enterrado en el mausoleo del fundador de la República Islámica, el imán Jomeiní, al sur de la capital, por petición de la familia de Rafsanyani, indicó Jalili.
Las autoridades decretaron tres días de luto oficial y mañana, martes, festivo, coincidiendo con las exequias.
Rafsanyaní, fue presidente durante dos mandatos, entre 1989 y 1997, y encabezó la influyente Asamblea de Expertos entre 2007 y 2011, órgano entre cuyas atribuciones figura el control y, de ser necesaria, la destitución y elección del líder supremo.
Jameneí calificó ayer de "compañero de lucha y amigo" a Rafsanyaní, recordando los 59 años de colaboración entre ambos.
Rafsanyani fue en 2006 uno de los acusados por la Justicia argentina por el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), ataque ocurrido en 1994 y que dejó un saldo de 85 muertos y cientos de heridos. La República Islámica rechazó esas acusaciones.
El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, definió por su parte a Rafsanyaní como "un gran científico, un distinguido ulema, un guerrero incansable y el amigo de toda la vida del imán Jomeiní y del líder supremo (Jameneí)".
En tanto, el jefe de la milicia chiita libanesa Hezbollah, el jeque Hasan Nasrallah, expresó ayer su pesar por la muerte de Rafsanyaní y afirmó que fue el "patrón" de su grupo político-militar durante sus tiempos más difíciles.
"Ayer perdimos un gran hombre en esta nación, que fue para la resistencia islámica (brazo armado de su grupo) como un patrón, un protector, un partidario, un padre compasivo y un sólido defensor en todas las circunstancias difíciles", afirmó Nasrallah en un comunicado.
La desaparición del clérigo y veterano político es un golpe a las perspectivas del reformismo iraní encarnado por el actual presidente, Hasán Rohani, de quien era uno de los principales valedores, en su eterna pugna con los sectores más conservadores de la República islámica.
inicia sesión o regístrate.
La oración tendrá lugar en la Universidad de Teherán, desde donde saldrá la procesión fúnebre, informó Hamzeh Jalili, portavoz del Consejo del Discernimiento, órgano que presidió Rafsanyani hasta su muerte.
El exmandatario, uno de los arquitectos de la revolución islámica de 1979 y antigua mano derecha del ayatollah Ruhollah Jomeini, será enterrado en el mausoleo del fundador de la República Islámica, el imán Jomeiní, al sur de la capital, por petición de la familia de Rafsanyani, indicó Jalili.
Las autoridades decretaron tres días de luto oficial y mañana, martes, festivo, coincidiendo con las exequias.
Rafsanyaní, fue presidente durante dos mandatos, entre 1989 y 1997, y encabezó la influyente Asamblea de Expertos entre 2007 y 2011, órgano entre cuyas atribuciones figura el control y, de ser necesaria, la destitución y elección del líder supremo.
Jameneí calificó ayer de "compañero de lucha y amigo" a Rafsanyaní, recordando los 59 años de colaboración entre ambos.
Rafsanyani fue en 2006 uno de los acusados por la Justicia argentina por el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia), ataque ocurrido en 1994 y que dejó un saldo de 85 muertos y cientos de heridos. La República Islámica rechazó esas acusaciones.
El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, definió por su parte a Rafsanyaní como "un gran científico, un distinguido ulema, un guerrero incansable y el amigo de toda la vida del imán Jomeiní y del líder supremo (Jameneí)".
En tanto, el jefe de la milicia chiita libanesa Hezbollah, el jeque Hasan Nasrallah, expresó ayer su pesar por la muerte de Rafsanyaní y afirmó que fue el "patrón" de su grupo político-militar durante sus tiempos más difíciles.
"Ayer perdimos un gran hombre en esta nación, que fue para la resistencia islámica (brazo armado de su grupo) como un patrón, un protector, un partidario, un padre compasivo y un sólido defensor en todas las circunstancias difíciles", afirmó Nasrallah en un comunicado.
La desaparición del clérigo y veterano político es un golpe a las perspectivas del reformismo iraní encarnado por el actual presidente, Hasán Rohani, de quien era uno de los principales valedores, en su eterna pugna con los sectores más conservadores de la República islámica.