El hospital "Arroyabe" es la primera comunidad terapéutica pública de la provincia, que desde 1961 brinda a la comunidad un espacio destinado a la recuperación de personas con problema de adicciones.
Compuesto por un importante equipo técnico, el centro de rehabilitación recibe pacientes que llegan hasta el establecimiento por demanda espontanea o por derivación de algún servicio de salud. "Nosotros recibimos a los pacientes, se les hace una entrevista de admisión y según eso, se procede a la internación. No todo paciente que consume tiene condiciones para la internación, eso se determina en función de la instancia en que está el paciente o qué tipo de sustancia consume. Hay varios factores para determinar o no la internación de un paciente", expresó Arias al ser consultada sobre el tratamiento que brinda la institución.
Actualmente, el hospital cuenta con 16 camas para pacientes que recién ingresan al sistema. A medida que evoluciona, ingresa a una segunda instancia donde cuenta con salidas progresivas, cuyo fin es insertarlo progresivamente en la sociedad. En esta etapa, el centro cuenta con 12 camas. "La recepción de pacientes es muy dinámica y tiene que ver con la instancia del consumo, la adherencia o no al tratamiento que tengan. Nosotros trabajamos para evitar el abandono del tratamiento, pero para que tenga una evolución favorable es necesario que la internación sea voluntaria", argumentó la funcionaria.
En ese sentido,dijo que en lo que va del año, "el promedio que tenemos de internación es de 20 pacientes, pero mensualmente recibimos más de 100 consultas ambulatorias".
"Normalmente tenemos una ocupación del 80 por ciento del sistema general, pero los números que estamos manejando no reflejan la consistencia de esta problemática", acotó Arias y comentó que a partir de diciembre del año pasado, "tuvimos una reorganización del servicio y estamos trabajando con el Ministerio de Salud para armar una red de información concreta de la realidad".
A modo de cierre, puntualizó que para erradicar este flagelo hacen falta campañas que hagan foco no sólo en las consecuencias, sino más bien en "alternativas de actividades para las personas. O sea generar sistemas educativos, deportivos y sociales, que sirvan de herramientas frente a cualquier posible consumo", sentenció.
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El hospital "Arroyabe" es la primera comunidad terapéutica pública de la provincia, que desde 1961 brinda a la comunidad un espacio destinado a la recuperación de personas con problema de adicciones.
Compuesto por un importante equipo técnico, el centro de rehabilitación recibe pacientes que llegan hasta el establecimiento por demanda espontanea o por derivación de algún servicio de salud. "Nosotros recibimos a los pacientes, se les hace una entrevista de admisión y según eso, se procede a la internación. No todo paciente que consume tiene condiciones para la internación, eso se determina en función de la instancia en que está el paciente o qué tipo de sustancia consume. Hay varios factores para determinar o no la internación de un paciente", expresó Arias al ser consultada sobre el tratamiento que brinda la institución.
Actualmente, el hospital cuenta con 16 camas para pacientes que recién ingresan al sistema. A medida que evoluciona, ingresa a una segunda instancia donde cuenta con salidas progresivas, cuyo fin es insertarlo progresivamente en la sociedad. En esta etapa, el centro cuenta con 12 camas. "La recepción de pacientes es muy dinámica y tiene que ver con la instancia del consumo, la adherencia o no al tratamiento que tengan. Nosotros trabajamos para evitar el abandono del tratamiento, pero para que tenga una evolución favorable es necesario que la internación sea voluntaria", argumentó la funcionaria.
En ese sentido,dijo que en lo que va del año, "el promedio que tenemos de internación es de 20 pacientes, pero mensualmente recibimos más de 100 consultas ambulatorias".
"Normalmente tenemos una ocupación del 80 por ciento del sistema general, pero los números que estamos manejando no reflejan la consistencia de esta problemática", acotó Arias y comentó que a partir de diciembre del año pasado, "tuvimos una reorganización del servicio y estamos trabajando con el Ministerio de Salud para armar una red de información concreta de la realidad".
A modo de cierre, puntualizó que para erradicar este flagelo hacen falta campañas que hagan foco no sólo en las consecuencias, sino más bien en "alternativas de actividades para las personas. O sea generar sistemas educativos, deportivos y sociales, que sirvan de herramientas frente a cualquier posible consumo", sentenció.