La competencia fue un obsequio gratuito de grandeza deportiva que los sacrificados ciclistas brindaron al puñado de curiosos que desafiaron las pésimas condiciones climáticas.
La prueba que reunió a un nutrido lote de competidores llegados del interior de esta provincia y de Tartagal, Orán, Salta y Rosario de la Frontera, fue fiscalizada por la Asociación Jujeña de Ciclismo.
En principio la carrera se iba a largar en avenida Savio, y por razones de seguridad se trasladó todo al predio de la "Ciudad Cultural" donde la Policía de la Provincia tuvo a su cargo el operativo de seguridad. Previo a la largada, efectivos del RIM 20 ofrecieron chocolate a quienes se encontraban en el circuito.
Primero corrieron los chicos con bicicletas de monuntain bike, luego siguieron los Promocionales que le pusieron un poco de calor a la jornada invernal.
Pasado el mediodía, fue el turno del plato fuerte con las principales categorías que iban a clasificar por separado y algunas con opción a la superior.
Luego de dos vueltas con el lote compacto, Juan Salas (Rosario de la Frontera) pegó un "palo" y se fue unos metros, ante las dudas por buscarlo, su hermano Javier "pescó" su rueda y enseguida José Toledo de Tartagal se sumó a la fuga.
Los tres se alternaron para tirar redondito y a razón de 2''10" y 2''20" por vuelta, empezaron a estirar la diferencia con el resto que no se ponía de acuerdo en salir a buscar. Esos segundos de indefinición fueron fatales.
La mezcla de agua-nieve que cayó todo el tiempo no fue un obstáculo para que los audaces ciclistas rodaran a casi 40 kph y doblaran en las curvas resbaladizas ante el suspiro de los asistentes, temiendo alguna caída.
En los metros finales, Javier Salas arrancó parado en los pedales y se fue nomás hasta cruzar en solitario la línea de meta, levantando las manos para tocar el cielo agradeciendo a Dios por la vida y el triunfo.
inicia sesión o regístrate.
La competencia fue un obsequio gratuito de grandeza deportiva que los sacrificados ciclistas brindaron al puñado de curiosos que desafiaron las pésimas condiciones climáticas.
La prueba que reunió a un nutrido lote de competidores llegados del interior de esta provincia y de Tartagal, Orán, Salta y Rosario de la Frontera, fue fiscalizada por la Asociación Jujeña de Ciclismo.
En principio la carrera se iba a largar en avenida Savio, y por razones de seguridad se trasladó todo al predio de la "Ciudad Cultural" donde la Policía de la Provincia tuvo a su cargo el operativo de seguridad. Previo a la largada, efectivos del RIM 20 ofrecieron chocolate a quienes se encontraban en el circuito.
Primero corrieron los chicos con bicicletas de monuntain bike, luego siguieron los Promocionales que le pusieron un poco de calor a la jornada invernal.
Pasado el mediodía, fue el turno del plato fuerte con las principales categorías que iban a clasificar por separado y algunas con opción a la superior.
Luego de dos vueltas con el lote compacto, Juan Salas (Rosario de la Frontera) pegó un "palo" y se fue unos metros, ante las dudas por buscarlo, su hermano Javier "pescó" su rueda y enseguida José Toledo de Tartagal se sumó a la fuga.
Los tres se alternaron para tirar redondito y a razón de 2''10" y 2''20" por vuelta, empezaron a estirar la diferencia con el resto que no se ponía de acuerdo en salir a buscar. Esos segundos de indefinición fueron fatales.
La mezcla de agua-nieve que cayó todo el tiempo no fue un obstáculo para que los audaces ciclistas rodaran a casi 40 kph y doblaran en las curvas resbaladizas ante el suspiro de los asistentes, temiendo alguna caída.
En los metros finales, Javier Salas arrancó parado en los pedales y se fue nomás hasta cruzar en solitario la línea de meta, levantando las manos para tocar el cielo agradeciendo a Dios por la vida y el triunfo.