La tarde gris y fría contrastó con un partido "caliente" donde ambos equipos jugaron como en un duelo futbolístico de barrio, sin guardarse nada. Aunque en la segunda etapa, Gorriti estuvo más cerca del triunfo.
La falta de calidad fue suplida por las ganas y el fervor aunque no faltaron las fricciones y roces, porque en el primer tiempo los dos tuvieron la misma intención, ganar, pero no pudieron vulnerar los arcos.
Avisó Cardozo para Gorriti y en la réplica, Ocampo no pudo festejar porque el arquero sacó al córner y un tiro libre de Bustamante fue devuelto por el palo derecho.
Los de Alberdi se fueron a la carga como una caravana de "taxis amarillos" tratando de sacar ventaja porque el diablo "rojo" sufrió la inexplicable expulsión del arquero Nieva (hizo gestos inapropiados a algunos particulares apostados atrás del alambrado perimetral).
En la segunda parte, con uno menos, Gorriti a base de pura garra y corazón dominó las acciones pero Cardozo se le opuso la horizontal, Aguilar dejó un tendal de gente en el camino y remató apenas desviado, Saravia exigió al arquero que sacó al córner son la punta de los dedos y Arroyo se quedó con las ganas porque Esquivel (entró por Aviles) salvó justo desviando la bocha al córner.
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La tarde gris y fría contrastó con un partido "caliente" donde ambos equipos jugaron como en un duelo futbolístico de barrio, sin guardarse nada. Aunque en la segunda etapa, Gorriti estuvo más cerca del triunfo.
La falta de calidad fue suplida por las ganas y el fervor aunque no faltaron las fricciones y roces, porque en el primer tiempo los dos tuvieron la misma intención, ganar, pero no pudieron vulnerar los arcos.
Avisó Cardozo para Gorriti y en la réplica, Ocampo no pudo festejar porque el arquero sacó al córner y un tiro libre de Bustamante fue devuelto por el palo derecho.
Los de Alberdi se fueron a la carga como una caravana de "taxis amarillos" tratando de sacar ventaja porque el diablo "rojo" sufrió la inexplicable expulsión del arquero Nieva (hizo gestos inapropiados a algunos particulares apostados atrás del alambrado perimetral).
En la segunda parte, con uno menos, Gorriti a base de pura garra y corazón dominó las acciones pero Cardozo se le opuso la horizontal, Aguilar dejó un tendal de gente en el camino y remató apenas desviado, Saravia exigió al arquero que sacó al córner son la punta de los dedos y Arroyo se quedó con las ganas porque Esquivel (entró por Aviles) salvó justo desviando la bocha al córner.