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27 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Gotas y gotitas: Despedidas...

Viernes, 10 de junio de 2016 01:30

Gotas y gotitas: Despedidas...

El tiempo, gran maestro, me va enseñando que la vida está hecha de miles de encuentros y despedidas. Y me llegó el momento de una más, con todos los condimentos que tienen las despedidas. Llega finalmente el día en que paso, en una de mis actividades, del sector activo al pasivo, sí, me jubilo, con todo lo que eso significa, por eso escribo en mi columna acerca de las despedidas. Durante más de cuarenta años esta actividad ha sido una parte muy importante en mi vida, es más, creo que ha sido lo único estable en ella durante tanto tiempo. Ser quien uno es, es animarse a recorrer con dolor, pero sin temor, este camino en ocasiones regado de lágrimas, porque además del miedo a la soledad, hay situaciones que se transforman, hay vínculos que cambian, hay etapas en la propia vida que quedan atrás, hay momentos que se terminan, y cada uno de ellos representa un pérdida para elaborar. Y esta etapa está sin dudas llena de pérdidas a elaborar. Pérdidas que tienen que ver con rutinas que durante muchos años (cuarenta en mi caso) nos han contenido, lugares que se transformaron en nuestro segundo hogar, donde construimos vínculos muy especiales y fuertes, además de cotidianos, con nuestros compañeros de trabajo. Si somos capaces de aceptar estas cosas como parte de la vida, aprenderemos a ver que una de nuestras responsabilidades es aprender a enriquecernos en las "despedidas". Todas estas vivencias implican una pérdida, pero gracias a haber perdido algunas cosas hemos ganado algunas otras. Gracias también a lo perdido y no sólo a lo ganado somos la persona que somos. Cuanto mejor podamos saber quiénes somos, más capaces seremos de dejar algo voluntaria y dolorosamente para dar lugar a lo nuevo que deseamos. Sin duda, hay que vaciarse para poder llenarse: "Una taza sólo sirve cuando está vacía; no tiene sentido una taza colmada porque ya nada se puede agregar en ella. Para dar deberá aprender a vaciarse". ¡¡A vaciarme y esperar lo nuevo y mejor con mis alas extendidas!! Hasta la próxima. Namasté.

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Gotas y gotitas: Despedidas...

El tiempo, gran maestro, me va enseñando que la vida está hecha de miles de encuentros y despedidas. Y me llegó el momento de una más, con todos los condimentos que tienen las despedidas. Llega finalmente el día en que paso, en una de mis actividades, del sector activo al pasivo, sí, me jubilo, con todo lo que eso significa, por eso escribo en mi columna acerca de las despedidas. Durante más de cuarenta años esta actividad ha sido una parte muy importante en mi vida, es más, creo que ha sido lo único estable en ella durante tanto tiempo. Ser quien uno es, es animarse a recorrer con dolor, pero sin temor, este camino en ocasiones regado de lágrimas, porque además del miedo a la soledad, hay situaciones que se transforman, hay vínculos que cambian, hay etapas en la propia vida que quedan atrás, hay momentos que se terminan, y cada uno de ellos representa un pérdida para elaborar. Y esta etapa está sin dudas llena de pérdidas a elaborar. Pérdidas que tienen que ver con rutinas que durante muchos años (cuarenta en mi caso) nos han contenido, lugares que se transformaron en nuestro segundo hogar, donde construimos vínculos muy especiales y fuertes, además de cotidianos, con nuestros compañeros de trabajo. Si somos capaces de aceptar estas cosas como parte de la vida, aprenderemos a ver que una de nuestras responsabilidades es aprender a enriquecernos en las "despedidas". Todas estas vivencias implican una pérdida, pero gracias a haber perdido algunas cosas hemos ganado algunas otras. Gracias también a lo perdido y no sólo a lo ganado somos la persona que somos. Cuanto mejor podamos saber quiénes somos, más capaces seremos de dejar algo voluntaria y dolorosamente para dar lugar a lo nuevo que deseamos. Sin duda, hay que vaciarse para poder llenarse: "Una taza sólo sirve cuando está vacía; no tiene sentido una taza colmada porque ya nada se puede agregar en ella. Para dar deberá aprender a vaciarse". ¡¡A vaciarme y esperar lo nuevo y mejor con mis alas extendidas!! Hasta la próxima. Namasté.

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