"Debemos ir por el camino del respeto a los mandatos constitucionales y la honestidad de una persona, porque si hoy usted no tiene ninguna acusación, ninguna mancha que poner en términos de corrupción sobre la presidenta Dilma Rousseff, entonces no hay ningún fundamento para avanzar en un proceso de destitución, definitivamente no", afirmó Almagro en declaraciones a la prensa.
El titular de la OEA y ex canciller uruguayo se pronunció en este sentido tras ser preguntado por el trámite en Brasil por el juicio político a Rousseff, a la salida de la presentación del informe anual de libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
"Si hubiera una acusación bien fundada, como ha habido en otros casos en Brasil, entonces perfecto, se va por ese camino, pero hoy eso no existe, y es muy deshonesto plantearlo en estos términos", señaló.
Almagro destacó también que "el mandato constitucional" le dio la ciudadanía a Rousseff, que todos los ciudadanos son iguales ante la ley y que "los jueces están obligados por las leyes que aplican y ninguno está por encima de la ley".
"Si la presidenta tuviera la mínima acusación que pendiera sobre su honestidad, probablemente nosotros seríamos los primeros en marcar que debe dar un paso al costado, pero eso no existe", sostuvo.
"Debemos ir por el camino del respeto a los mandatos constitucionales y la honestidad de una persona, porque si hoy usted no tiene ninguna acusación, ninguna mancha que poner en términos de corrupción sobre la presidenta Dilma Rousseff, entonces no hay ningún fundamento para avanzar en un proceso de destitución, definitivamente no", afirmó Almagro en declaraciones a la prensa.
El titular de la OEA y ex canciller uruguayo se pronunció en este sentido tras ser preguntado por el trámite en Brasil por el juicio político a Rousseff, a la salida de la presentación del informe anual de libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
"Si hubiera una acusación bien fundada, como ha habido en otros casos en Brasil, entonces perfecto, se va por ese camino, pero hoy eso no existe, y es muy deshonesto plantearlo en estos términos", señaló.
Almagro destacó también que "el mandato constitucional" le dio la ciudadanía a Rousseff, que todos los ciudadanos son iguales ante la ley y que "los jueces están obligados por las leyes que aplican y ninguno está por encima de la ley".
"Si la presidenta tuviera la mínima acusación que pendiera sobre su honestidad, probablemente nosotros seríamos los primeros en marcar que debe dar un paso al costado, pero eso no existe", sostuvo.