La exministra brasileña Marina Silva dijo que el vicepresidente Michel Temer, a quien Rousseff acusa de traidor y conspirador, no tiene "credibilidad ni legitimidad" para asumir la presidencia y reemplazar a Dilma Rousseff en caso de que prospere en el Senado el juicio político en contra la mandataria.
En declaraciones que divulgó ayer el diario Folha de Sao Paulo, la exsenadora también rechazó que exista un golpe en curso en Brasil, tal como denunció Rousseff al referirse al proceso de impeachment aprobado en la Cámara Baja el pasado domingo, tras una agitada sesión.
"Mi posición es clara. Ni Dilma, ni Temer. La salida para Brasil es una nueva elección", sostuvo la ex ministra de Medio Ambiente durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Respecto del golpe que denuncia Rousseff, dijo que le preocupó que ése haya sido el mensaje dado por la mandataria.
"Me quedé muy preocupada con el intento de transmitir la idea de que el impeachment es un golpe. ¿Entonces el Supremo está participando de un golpe?", preguntó en referencia a que la Suprema Corte fue la que determinó los aspectos formales de la tramitación del proceso.
"Para permanecer en el cargo ella dice que las instituciones brasileñas no están funcionando. ¿Hasta qué punto vale el apego al poder?", preguntó.
Respecto de la falta de legitimidad que a su entender tendría un eventual gobierno de Temer, Silva citó un sondeo realizado por el instituto Datafolha, que reveló que el 58 por ciento de los brasileños apoya la destitución del vicepresidente, quien de acuerdo con el estudio cuenta con entre uno y dos por ciento en las preferencias de voto de cara a 2018.
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La exministra brasileña Marina Silva dijo que el vicepresidente Michel Temer, a quien Rousseff acusa de traidor y conspirador, no tiene "credibilidad ni legitimidad" para asumir la presidencia y reemplazar a Dilma Rousseff en caso de que prospere en el Senado el juicio político en contra la mandataria.
En declaraciones que divulgó ayer el diario Folha de Sao Paulo, la exsenadora también rechazó que exista un golpe en curso en Brasil, tal como denunció Rousseff al referirse al proceso de impeachment aprobado en la Cámara Baja el pasado domingo, tras una agitada sesión.
"Mi posición es clara. Ni Dilma, ni Temer. La salida para Brasil es una nueva elección", sostuvo la ex ministra de Medio Ambiente durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Respecto del golpe que denuncia Rousseff, dijo que le preocupó que ése haya sido el mensaje dado por la mandataria.
"Me quedé muy preocupada con el intento de transmitir la idea de que el impeachment es un golpe. ¿Entonces el Supremo está participando de un golpe?", preguntó en referencia a que la Suprema Corte fue la que determinó los aspectos formales de la tramitación del proceso.
"Para permanecer en el cargo ella dice que las instituciones brasileñas no están funcionando. ¿Hasta qué punto vale el apego al poder?", preguntó.
Respecto de la falta de legitimidad que a su entender tendría un eventual gobierno de Temer, Silva citó un sondeo realizado por el instituto Datafolha, que reveló que el 58 por ciento de los brasileños apoya la destitución del vicepresidente, quien de acuerdo con el estudio cuenta con entre uno y dos por ciento en las preferencias de voto de cara a 2018.
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