En una nueva audiencia por el juicio oral y público que se le sigue a cinco personas por el millonario robo y cruento asesinato del conocido joyero Pedro Anacleto Colque, hecho ocurrido entre la noche del 29 y la madrugada del 30 de agosto del 2013, declararon los empleados del joyero, un operario de un ingenio de la localidad de La Mendieta, quien dio aviso a la Policía por el hallazgo de un cadáver y una mujer, madre de la expareja de uno de los imputados.
El exconcejal Gustavo “Chochi” Agüero, su abogado Daniel Arroyo, Pedro Ríos, Carlos Haedo y otro sujeto de apellido Villanueva, están acusados de ser los supuestos autores responsables del delito de “homicidio criminis causa y robo en poblado y en banda en concurso real”.
Alberto Flores, uno de los empleados de la joyería, dijo que la mañana de ese 30 de agosto Colque no atendía al llamado y los empleados aguardaban afuera. Es por eso que uno de ellos decidió avisar a su hijo, Pedro Anibal, para que viniera a abrir el negocio, ante la ausencia del entonces propietario del comercio.
La función de Flores estaba orientada a la reparación de piezas de metales usadas y éste joven fue quien encontró la camioneta de Colque que estaba estacionada en diagonal al banco Macro sobre la calle San Martín, la mañana del 30.
En base al relato de todos los empleados citados a declarar, se coincidió que cuando Colque hijo llegó al lugar, se dio con la puerta cerrada pero no asegurada con llave. Además dijeron ver un arma de fuego de propiedad del joyero y el local comercial todo revuelto.
Lo que no quedó claro es el orden en que ingresaron a la joyería la mañana del 30, y quién o quiénes fueron los últimos en irse la noche del 29. Es por eso que el abogado defensor de Pedro Ríos, Miguel Ángel Cabezas solicitó al Tribunal un careo entre dos de los empleados para aclarar esta situación, solicitud que se hizo lugar, con fecha a establecer.
Por otra parte Flores dijo que la tarde del 29 de agosto dos integrantes de la comunidad gitana llevaron unas joyas para que Colque las viera, pero que desconoce si al fin realizó la transacción económica.
“Fui el último en retirarse la noche del 29, le entregué el trabajo a Colque, me acompañó hasta la puerta y la cerró”, dijo Flores.
Sara Cabezas, abogada de Agüero, formuló al Tribunal el pedido de tacha para los testigos Raúl Galarza y Malvina Acosta, pareja empleada de la joyería que en la primera audiencia había presenciado el juicio y grabado una parte de él con un celular. Pero luego de que la secretaria Pinta se diera cuenta de tal situación, la pareja fue sacada de la sala.
El Tribunal enjuiciador resolvió no hacer lugar al pedido de Sara Cabezas y pidió que estos testigos sean indagados. Galarza era empleado justamente de Agüero antes de trabajar en la joyería y mantiene un conflicto judicial por falta de pago.
Malvina Acosta dijo que ella llegaba media hora antes que los otros empleados para relizar la limpieza del local. Que ese día 29 de agosto no fue a trabajar porque era el cumpleaños de su hijo, pero que cuando se hizo presente el 30, quedó mucho tiempo en la vereda porque Colque no atendía la puerta. También la mujer dijo que sabía de la existencia de una cámara de seguridad pero luego se enteró que no grababa.
“Apareció con un auto y una moto”
La testigo María Tejerina, madre de una mujer que era pareja del imputado Pedro Ríos, también declaró en la sala de audiencias del octavo piso de Tribunales. Dijo conocer a Ríos desde que eran chicos, que al poco tiempo de la muerte del joyero apareció con una moto y un vehículo. Que su hija apareció con anillos y cadenitas delgadas de oro y que le había dicho que su marido le había obsequiado. Además la mujer hizo mención a la posesión de un reloj. “Mi hija vino con un reloj y dijo que me lo regalaba Ríos, que lo cuide porque era muy caro. Lo tengo guardado y si quieren lo muestro”, dijo.
Tejerina se había hecho presente en Fiscalía de Investigaciones para contarle las sospechas que tenía sobre las nuevas adquisiciones de su yerno, quien se hace llamar “Drago” y luego de las investigaciones pertinentes, fue traído a juicio.
La mujer declaró que le preguntó a su hija si “Drago” no estaba metido en el crimen del joyero y que la mujer le respondió que no. Que ya estaban dos porteños presos por el hecho y que Ríos iba a salir, que se quedara tranquila.
Además la mujer dijo que según dichos de su hija, ya no frecuenta a “Drago”, pero que va a visitar a otro hombre detenido llamado Ezequiel y que además en una oportunidad recibió dinero para comprar alimentos para otros internos de la Unidad Penal de Gorriti, pero no sabe de quién se trata.