En una nueva audiencia de debate en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Jujuy testimoniaron cuatro mujeres, dos testigos víctimas, compañeras de Paulino y Crecente Galeán, hermanos desaparecidos de Tumbaya; y dos testigos de contexto convocadas por el Ministerio Público Fiscal, en el marco del cuarto juicio por delitos de lesa humanidad en Jujuy. La etapa testimonial está prevista hasta el 31 de marzo.
Inés Agüero de Pini fue la primera testigo, trabajaba en la Dirección de Arquitectura en 1976, compañera de trabajo de Paulino Galéan. Relató al Tribunal que esa mañana llegaron dos personas de traje eran altos, robustos, morochos, de tonada jujeña. Comentó que lo llevaron a Galeán.
La segunda testigo fue Sofía D"Andrea, compañera del dirigente Juan Carlos Arroyo, también era integrante de la comisión de Adep, (tenía como secretaria general a Marina Vilte en aquel momento), ella fue detenida en octubre del año 1974.
Su relato se ubicó cuando fue detenida y llevada a la delegación de la Policía Federal, donde fue interrogada por varias horas sobre su actividad gremial, su actividad en la JP. Relató que se producían las detenciones y luego salían los decretos de detención. Explicó que a ella la detuvieron sin orden, solo al grito de estado de sitio. Ante ese interrogatorio la testigo explicó que debe haber sido como el primer armado de inteligencia en Jujuy para tener información para el golpe de estado de 1976.
En su declaración citó al acusado Jorge Ernesto Mendoza, quien en el año 1973 "merodeaba en el grupo de Juventud Peronista". Recordó que Mendoza, conocido como "el gaucho Martín", "era un informante, pertenecía a la Policía Federal, aunque era más conocido como animador de peñas. Al finalizar su declaración que brindó varios datos expuso una fotografía de una cena donde ubicó a Vicente Consentini, junto a militantes del Partido Comunista, imagen que se sumará como elemento de prueba del debate.
Crecente y Paulino presente
El tercer testimonio fue de Angélica Condorí, era novia de Crecente Galeán, relató sobre la detención en Tumbaya: que fue sacado de su casa lo subieron a un patrullero y se lo llevaron. La casa estaba rodeada por policías, describió al Tribunal.
Luego se enteró la testigo que detuvieron a varios muchachos de Tumbaya en otros patrulleros. Destacó que ella trabajaba en la iglesia, y monseñor Medina la habló: "trate de no meterse en esas cosas".
El último testimonio fue de Lidia Gallardo, era pareja de Paulino Galeán, con sus 70 años concurrió a dar su testimonio relatando la crueldad que vivió tras la desaparición de Paulino. "Fue perseguido por su ideología", relató al tribunal.
Paulino fue detenido dos veces, la primera lo liberaron y los amigos le decían que se vaya del país, porque formaba parte de una lista negra, pero decidió quedarse porque no había hecho mal a nadie. Y después Galeán fue detenido en su trabajo.
En su relato destacó el maltrato, la humillación que recibían de militares: Bulacio, Braga cuando familiares preguntaban por los detenidos. "A ellos los torturaron físicamente, a nosotros de otra manera", dijo.
Un día, decidió seguirlo al comisario Ernesto Jaig: "entró a una farmacia, y le pregunté si sabía algo de Paulino y me dijo: a ese no lo vas a ver más, así que no pregunte", dijo.
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En una nueva audiencia de debate en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Jujuy testimoniaron cuatro mujeres, dos testigos víctimas, compañeras de Paulino y Crecente Galeán, hermanos desaparecidos de Tumbaya; y dos testigos de contexto convocadas por el Ministerio Público Fiscal, en el marco del cuarto juicio por delitos de lesa humanidad en Jujuy. La etapa testimonial está prevista hasta el 31 de marzo.
Inés Agüero de Pini fue la primera testigo, trabajaba en la Dirección de Arquitectura en 1976, compañera de trabajo de Paulino Galéan. Relató al Tribunal que esa mañana llegaron dos personas de traje eran altos, robustos, morochos, de tonada jujeña. Comentó que lo llevaron a Galeán.
La segunda testigo fue Sofía D"Andrea, compañera del dirigente Juan Carlos Arroyo, también era integrante de la comisión de Adep, (tenía como secretaria general a Marina Vilte en aquel momento), ella fue detenida en octubre del año 1974.
Su relato se ubicó cuando fue detenida y llevada a la delegación de la Policía Federal, donde fue interrogada por varias horas sobre su actividad gremial, su actividad en la JP. Relató que se producían las detenciones y luego salían los decretos de detención. Explicó que a ella la detuvieron sin orden, solo al grito de estado de sitio. Ante ese interrogatorio la testigo explicó que debe haber sido como el primer armado de inteligencia en Jujuy para tener información para el golpe de estado de 1976.
En su declaración citó al acusado Jorge Ernesto Mendoza, quien en el año 1973 "merodeaba en el grupo de Juventud Peronista". Recordó que Mendoza, conocido como "el gaucho Martín", "era un informante, pertenecía a la Policía Federal, aunque era más conocido como animador de peñas. Al finalizar su declaración que brindó varios datos expuso una fotografía de una cena donde ubicó a Vicente Consentini, junto a militantes del Partido Comunista, imagen que se sumará como elemento de prueba del debate.
Crecente y Paulino presente
El tercer testimonio fue de Angélica Condorí, era novia de Crecente Galeán, relató sobre la detención en Tumbaya: que fue sacado de su casa lo subieron a un patrullero y se lo llevaron. La casa estaba rodeada por policías, describió al Tribunal.
Luego se enteró la testigo que detuvieron a varios muchachos de Tumbaya en otros patrulleros. Destacó que ella trabajaba en la iglesia, y monseñor Medina la habló: "trate de no meterse en esas cosas".
El último testimonio fue de Lidia Gallardo, era pareja de Paulino Galeán, con sus 70 años concurrió a dar su testimonio relatando la crueldad que vivió tras la desaparición de Paulino. "Fue perseguido por su ideología", relató al tribunal.
Paulino fue detenido dos veces, la primera lo liberaron y los amigos le decían que se vaya del país, porque formaba parte de una lista negra, pero decidió quedarse porque no había hecho mal a nadie. Y después Galeán fue detenido en su trabajo.
En su relato destacó el maltrato, la humillación que recibían de militares: Bulacio, Braga cuando familiares preguntaban por los detenidos. "A ellos los torturaron físicamente, a nosotros de otra manera", dijo.
Un día, decidió seguirlo al comisario Ernesto Jaig: "entró a una farmacia, y le pregunté si sabía algo de Paulino y me dijo: a ese no lo vas a ver más, así que no pregunte", dijo.
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