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7 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Laberintos humanos. De ver la caminada

Domingo, 11 de diciembre de 2016 01:30

Laberintos humanos. De ver la caminada

Cuando don Ramiro Buenomo entendía que la denuncia era correcta, salía de la seccional a paso lento, como con alpargata chica, montaba y cabalgaba hasta la casa del acusado, que ya tenía por culpable porque, como le dije ayer, entendía de la justicia o argucia de una denuncia por sólo la caminada del que le llegaba con el chisme.

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Laberintos humanos. De ver la caminada

Cuando don Ramiro Buenomo entendía que la denuncia era correcta, salía de la seccional a paso lento, como con alpargata chica, montaba y cabalgaba hasta la casa del acusado, que ya tenía por culpable porque, como le dije ayer, entendía de la justicia o argucia de una denuncia por sólo la caminada del que le llegaba con el chisme.

Para Ramiro Buenomo, pese a ser policía, aquel que aparecía con una denuncia era poco más que un chismoso. Si era falsa, prefería masticarle su desprecio, pero si era cierta, ¿para qué andar diciéndolo? Y no lo pensaba por pereza, como aquel que hubiera preferido seguirle coqueando a la tarde, sino porque sabía que ningún hombre puede ser completamente justo.

Desde nuestros actos hasta el juicio divino hay tanto trecho, le explicaba Pierro al joven Busca recordando a su mentor, que hagamos lo que hagamos, todo parece ser igualmente miserable. Si me porto bien, ¿acaso estoy más cerca de Dios?, me preguntaba don Ramiro. Y si robo una gallina o asalto un banco, ¿estoy más lejos?

Y en la casa del delincuente le hacía saber que si había llegado hasta allí, acaso perdiendo la siesta o el acullico de la tarde, era porque el susodicho ya tenía asegurada su estadía en la seccional. Claro que alguna vez se equivocaba, le dijo Pierro al joven Busca, ¿quién no lo hace?

Pero Ramiro Buenomo sostenía que la ley puede errar pero eso no debe saberse, menos por el criminal que pagaba culpas ajenas que por ese abstracto criterio de la justicia que sostiene el buen funcionamiento de las sociedades.

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