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Mueren 14 personas en nuevo atentado

Lunes, 18 de enero de 2016 01:30
AFGANISTAN / HOMBRE HERIDO RECIBE ATENCIÓN MÉDICA TRAS UN ATAQUE SUICIDA.
La ciudad de Jalalabad, en el este de Afganistán, fue sacudida por segunda vez en los últimos 4 días por un atentado, esta vez cuando un hombre hizo detonar los explosivos que llevaba consigo dentro de una casa de huéspedes y mató a al menos 14 personas.
El vocero del gobierno de la provincia de Nangarhar, Attaullah Jogyanai, informó que el atentado suicida sucedió durante una fiesta en una casa de huéspedes, que es propiedad de un miembro del consejo provincial, Obaidullah Shinwari.
Este funcionario había organizado una fiesta de bienvenida para uno de sus hermanos que recientemente había sido liberado por el grupo insurgente taliban.
Según Jogyanai, al menos 14 personas murieron y otro tanto resultó herido. Todos eran civiles que participaban de la fiesta, explicó a la prensa otro integrante del consejo provincial, Zabihullah Zmarai.
Hasta ahora ningún grupo armado ha reivindicado el atentado, pero el movimiento talibán ya rechazó cualquier responsabilidad vía Twitter.
Por eso, las autoridades regionales sospechan del cada vez más activo Estado Islámico (EI), una milicia que es fuerte en Irak y Siria y que en los últimos meses ha comenzado a ganar protagonismo en Afganistán.
Hace unos días, Jalalabad fue escenario de otro atentado, un ataque contra el consulado de Pakistán, que dejó al menos 10 muertos y siete heridos.
Pero la violencia no se limita ni a esa ciudad ni a esa milicia. En el último año, especialmente luego de que Estados Unidos anunciara el presunto fin de la guerra en Afganistán y retirara la mayoría de sus tropas, la situación en el país asiático empeoró dramáticamente y los milicianos talibanes comenzaron a ganar fuerza y territorio otra vez.
Ya tomaron temporalmente varias ciudades, tienen en jaque una provincia entera y están a la ofensiva en zonas estratégicas, especialmente aeropuertos militares y civiles.
Además, los atentados, ahora con el EI como protagonista también, se multiplican en las principales ciudades del país y tienen como objetivos predilectos a funcionarios y fuerzas de seguridad, por un lado, y símbolos internacionales y ciudadanos extranjeros, por otro. Entre este segundo grupo, las embajadas y los consulados se han vuelto los objetivos favoritos de los insurgentes islamistas.
El edificio de la Cooperación italiana, dentro de la embajada de ese país en Kabul fue atacado ayer con un misil y al menos dos personas resultaron heridos, uno de ellos un guardia, según informó la prensa local.

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La ciudad de Jalalabad, en el este de Afganistán, fue sacudida por segunda vez en los últimos 4 días por un atentado, esta vez cuando un hombre hizo detonar los explosivos que llevaba consigo dentro de una casa de huéspedes y mató a al menos 14 personas.
El vocero del gobierno de la provincia de Nangarhar, Attaullah Jogyanai, informó que el atentado suicida sucedió durante una fiesta en una casa de huéspedes, que es propiedad de un miembro del consejo provincial, Obaidullah Shinwari.
Este funcionario había organizado una fiesta de bienvenida para uno de sus hermanos que recientemente había sido liberado por el grupo insurgente taliban.
Según Jogyanai, al menos 14 personas murieron y otro tanto resultó herido. Todos eran civiles que participaban de la fiesta, explicó a la prensa otro integrante del consejo provincial, Zabihullah Zmarai.
Hasta ahora ningún grupo armado ha reivindicado el atentado, pero el movimiento talibán ya rechazó cualquier responsabilidad vía Twitter.
Por eso, las autoridades regionales sospechan del cada vez más activo Estado Islámico (EI), una milicia que es fuerte en Irak y Siria y que en los últimos meses ha comenzado a ganar protagonismo en Afganistán.
Hace unos días, Jalalabad fue escenario de otro atentado, un ataque contra el consulado de Pakistán, que dejó al menos 10 muertos y siete heridos.
Pero la violencia no se limita ni a esa ciudad ni a esa milicia. En el último año, especialmente luego de que Estados Unidos anunciara el presunto fin de la guerra en Afganistán y retirara la mayoría de sus tropas, la situación en el país asiático empeoró dramáticamente y los milicianos talibanes comenzaron a ganar fuerza y territorio otra vez.
Ya tomaron temporalmente varias ciudades, tienen en jaque una provincia entera y están a la ofensiva en zonas estratégicas, especialmente aeropuertos militares y civiles.
Además, los atentados, ahora con el EI como protagonista también, se multiplican en las principales ciudades del país y tienen como objetivos predilectos a funcionarios y fuerzas de seguridad, por un lado, y símbolos internacionales y ciudadanos extranjeros, por otro. Entre este segundo grupo, las embajadas y los consulados se han vuelto los objetivos favoritos de los insurgentes islamistas.
El edificio de la Cooperación italiana, dentro de la embajada de ese país en Kabul fue atacado ayer con un misil y al menos dos personas resultaron heridos, uno de ellos un guardia, según informó la prensa local.

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