Tres personas murieron y otras 14 resultaron heridas por la explosión de una
moto bomba el jueves por la noche frente a una tienda en el sur de
Tailandia, anunció ayer la policía.
Un militar y dos civiles perdieron la vida en este ataque, explicó Phakdi Preechachol, de la policía del distrito de Narathiwat, en la frontera con
Malasia. Otros seis artefactos explosivos estallaron durante la noche sin causar víctimas, precisó.
Entre los heridos, un soldado perdió una pierna.
Más de 6.100 personas han muerto desde que, a principios de 2004, comenzó la insurrección separatista en esta región mayoritariamente musulmana que pertenecía a Malasia hasta comienzos del XX.
Los insurrectos musulmanes se sublevaron contra una discriminación de la población de etnia malaya y de religión musulmana en un país esencialmente budista.
La mayoría de las víctimas de este conflicto complejo, brutal y localizado, son civiles atrapados entre el ejército tailandés y una nebulosa de grupos rebeldes.
En 2013 comenzaron unas negociaciones de paz entre rebeldes, que reclaman una cierta autonomía, y las autoridades tailandesas, pero no hicieron disminuir la violencia.
Tres personas murieron y otras 14 resultaron heridas por la explosión de una
moto bomba el jueves por la noche frente a una tienda en el sur de
Tailandia, anunció ayer la policía.
Un militar y dos civiles perdieron la vida en este ataque, explicó Phakdi Preechachol, de la policía del distrito de Narathiwat, en la frontera con
Malasia. Otros seis artefactos explosivos estallaron durante la noche sin causar víctimas, precisó.
Entre los heridos, un soldado perdió una pierna.
Más de 6.100 personas han muerto desde que, a principios de 2004, comenzó la insurrección separatista en esta región mayoritariamente musulmana que pertenecía a Malasia hasta comienzos del XX.
Los insurrectos musulmanes se sublevaron contra una discriminación de la población de etnia malaya y de religión musulmana en un país esencialmente budista.
La mayoría de las víctimas de este conflicto complejo, brutal y localizado, son civiles atrapados entre el ejército tailandés y una nebulosa de grupos rebeldes.
En 2013 comenzaron unas negociaciones de paz entre rebeldes, que reclaman una cierta autonomía, y las autoridades tailandesas, pero no hicieron disminuir la violencia.