Una procesión que sumaba cientos de miles de peregrinos por la ciudad de Salta cerraba anoche la Fiesta del Milagro, la mayor celebración religiosa de la provincia, en la que peregrinos llegados de todos los rincones de la provincia acompañaban las imágenes de la Virgen y del Señor del Milagro, que fueron sacadas de la Catedral de la capital salteña.
La multitud de peregrinos que comenzó a llegar la semana anterior se concentró en diversos puntos de la ciudad, entre ellos la Plaza 9 de Julio, frente al templo central, que estuvo colmado de gente desde la mañana.
La jornada se caracterizó por cánticos y rezos masivos, largas filas para confesiones en la Catedral y la llegada de los últimos peregrinos a pie, a caballo o en bicicleta, y el ingreso de muchos de ellos de rodillas hasta el altar.
A las 16, las campanas de la Catedral comenzaron a repicar largamente y se anunció la salida de la imagen de la Virgen, que fue recibida con aplausos y el agitar de pañuelos de los miles de fieles que se protegían el fuerte sol de la jornada bajo un techo de paraguas y sombrillas multicolores.
La imagen, adornada su base por 6.000 claveles blancos, fue llevada por autoridades religiosas, civiles y de la Policía, a quienes comenzaron a sumarse los devotos en diversos puntos de la ciudad, rumbo al Monumento 20 de Febrero, que se encuentra en un parque donde tuvo lugar la homilía de cierre de la Fiesta del Milagro.
Las campanas continuaron sonando y, una media hora después, fue sacado el Cristo crucificado, que adornado con 4.500 claveles rojos, era portado con igual destino, unas 20 cuadras hacia el norte del centro.
La Fiesta del Milagro reunió el año pasado unas 800.000 personas y, según cálculos de los organizadores y fuentes de Turismo, ese número se superó en esta oportunidad.
Como muestra de la infinita devoción, esperanza y fe, miles de peregrinos llegaron a la ciudad de Salta caminando.
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Una procesión que sumaba cientos de miles de peregrinos por la ciudad de Salta cerraba anoche la Fiesta del Milagro, la mayor celebración religiosa de la provincia, en la que peregrinos llegados de todos los rincones de la provincia acompañaban las imágenes de la Virgen y del Señor del Milagro, que fueron sacadas de la Catedral de la capital salteña.
La multitud de peregrinos que comenzó a llegar la semana anterior se concentró en diversos puntos de la ciudad, entre ellos la Plaza 9 de Julio, frente al templo central, que estuvo colmado de gente desde la mañana.
La jornada se caracterizó por cánticos y rezos masivos, largas filas para confesiones en la Catedral y la llegada de los últimos peregrinos a pie, a caballo o en bicicleta, y el ingreso de muchos de ellos de rodillas hasta el altar.
A las 16, las campanas de la Catedral comenzaron a repicar largamente y se anunció la salida de la imagen de la Virgen, que fue recibida con aplausos y el agitar de pañuelos de los miles de fieles que se protegían el fuerte sol de la jornada bajo un techo de paraguas y sombrillas multicolores.
La imagen, adornada su base por 6.000 claveles blancos, fue llevada por autoridades religiosas, civiles y de la Policía, a quienes comenzaron a sumarse los devotos en diversos puntos de la ciudad, rumbo al Monumento 20 de Febrero, que se encuentra en un parque donde tuvo lugar la homilía de cierre de la Fiesta del Milagro.
Las campanas continuaron sonando y, una media hora después, fue sacado el Cristo crucificado, que adornado con 4.500 claveles rojos, era portado con igual destino, unas 20 cuadras hacia el norte del centro.
La Fiesta del Milagro reunió el año pasado unas 800.000 personas y, según cálculos de los organizadores y fuentes de Turismo, ese número se superó en esta oportunidad.
Como muestra de la infinita devoción, esperanza y fe, miles de peregrinos llegaron a la ciudad de Salta caminando.
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