Japón seguía registrando ayer lluvias torrenciales, que provocaron el desbordamiento de ríos y aludes de tierra, así como la desaparición de una persona, según las autoridades.
La agencia nacional de meteorología difundió "alertas especiales" para las prefecturas de Tochigi e Ibaraki, al norte de Tokio, aunque un responsable de esta agencia, Takuya Deshimaru, urgió a no bajar la guardia en las regiones próximas.
"El peligro de aludes es muy importante", indicó en rueda de prensa Deshimaru, para quien estas lluvias "son de una magnitud desconocida hasta el momento".
En la prefectura de Tochigi, 90.000 personas recibieron la orden de evacuar y a otras 80.000 se les recomendó abandonar sus hogares, informó ayer la cadena de televisión NHK. Unas 20.000 personas más se han visto obligadas a evacuar en la prefectura de Ibaraki, precisó.
El miércoles, las autoridades japonesas ya habían recomendado que abandonaran su domicilio a miles de personas en otras regiones, entre ellas algunos distritos de Tokio.
La crecida de los ríos, convertidos en gigantescos torrentes, y los aludes de tierras se llevaron por delante casas, según autoridades de Tochigi.
Los equipos de rescate buscaban ayer por la mañana una persona desaparecida, que podría haber sido arrastrada por un alud, indicó un responsable de la ciudad de Kanuma, en la prefectura de Tochigi. "No conocemos por el momento su identidad", afirmó.
La cadena NHK explicó que se trata de una mujer de unos sesenta años, sepultada por un río de barro que destruyó casas y cuyo marido fue rescatado con vida poco después.
El paso del tifón Etau, que se dirigió hacia el noroeste tras atravesar el centro del país, dejó el miércoles una decena de heridos.
Las intensas lluvias empeoraron un problema ligado a las aguas contaminadas de la malograda central nuclear de Fukushima al haber provocado el desbordamiento de las bombas de drenaje del sitio, vertiendo agua contaminada con radiación al océano.
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Japón seguía registrando ayer lluvias torrenciales, que provocaron el desbordamiento de ríos y aludes de tierra, así como la desaparición de una persona, según las autoridades.
La agencia nacional de meteorología difundió "alertas especiales" para las prefecturas de Tochigi e Ibaraki, al norte de Tokio, aunque un responsable de esta agencia, Takuya Deshimaru, urgió a no bajar la guardia en las regiones próximas.
"El peligro de aludes es muy importante", indicó en rueda de prensa Deshimaru, para quien estas lluvias "son de una magnitud desconocida hasta el momento".
En la prefectura de Tochigi, 90.000 personas recibieron la orden de evacuar y a otras 80.000 se les recomendó abandonar sus hogares, informó ayer la cadena de televisión NHK. Unas 20.000 personas más se han visto obligadas a evacuar en la prefectura de Ibaraki, precisó.
El miércoles, las autoridades japonesas ya habían recomendado que abandonaran su domicilio a miles de personas en otras regiones, entre ellas algunos distritos de Tokio.
La crecida de los ríos, convertidos en gigantescos torrentes, y los aludes de tierras se llevaron por delante casas, según autoridades de Tochigi.
Los equipos de rescate buscaban ayer por la mañana una persona desaparecida, que podría haber sido arrastrada por un alud, indicó un responsable de la ciudad de Kanuma, en la prefectura de Tochigi. "No conocemos por el momento su identidad", afirmó.
La cadena NHK explicó que se trata de una mujer de unos sesenta años, sepultada por un río de barro que destruyó casas y cuyo marido fue rescatado con vida poco después.
El paso del tifón Etau, que se dirigió hacia el noroeste tras atravesar el centro del país, dejó el miércoles una decena de heridos.
Las intensas lluvias empeoraron un problema ligado a las aguas contaminadas de la malograda central nuclear de Fukushima al haber provocado el desbordamiento de las bombas de drenaje del sitio, vertiendo agua contaminada con radiación al océano.
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