Culminó la producción de los alegatos del expediente 141/13, por el juicio oral y público que se les sigue a Marco Guerra y Moisés Lavayén como presuntos "coautores responsables del delito de homicidio simple" y a Miguel Guerra como presunto "partícipe secundario en el delito de homicidio simple", por el asesinato de Luis Darío Condorí.
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Culminó la producción de los alegatos del expediente 141/13, por el juicio oral y público que se les sigue a Marco Guerra y Moisés Lavayén como presuntos "coautores responsables del delito de homicidio simple" y a Miguel Guerra como presunto "partícipe secundario en el delito de homicidio simple", por el asesinato de Luis Darío Condorí.
El hecho ocurrió el pasado 5 de septiembre de 2013 en un enfrentamiento entre pobladores del pueblo quebradeño e integrantes de la Organización Social "Tití Guerra" en la finca Vieyra Colorados, situada al otro lado de la ruta nacional Nº 9, en el departamento Humahuaca.
El Ministerio Fiscal representado por Delia Filomena Ortiz inició con el uso de la palabra detallando minuciosamente cómo habrían transcurridos los hechos, desde el arribo de la organización social al pueblo humahuaqueño, hasta la muerte de Darío "Pato" Condorí.
En ese contexto centró a un testigo en particular, a quien cree fundamental para esclarecer el hecho, se trata del cabo Ariel Ciro Tito, quien "había tomado del pecho a un muchacho de baja estatura y robusto (por Lavayén) que empuñaba un arma de fuego; y le pedía que se quedara tranquilo que no haga nada malo. Mientras que éste realizó un disparo, Tito se tiró al piso y escuchó dos detonaciones más, mientras que Marco Guerra le decía que siga tirando, que se venían encima".
La fiscal además se preguntó mientras alegaba, "si realmente había necesidad de disparar en contra de las personas que estaban enfrente de ellos". Además la fiscal ventiló que en la requisa que efectuaron los efectivos en la Seccional 15º, tras el deceso de Condorí, hallaron un teléfono celular oculto en la plantilla de una de las zapatillas de Guerra, dispositivo que fue peritado y allí constataron llamadas con su hermana, poniéndola al tanto de lo sucedido y ésta "le aconsejó que se orine las manos, suponiendo que así se borrarían las muestras de pólvora que quedaron en su mano". Por ello el Ministerio Fiscal decidió acusar a Oscar Moisés Lavayén por ser autor material y penalmente responsable del delito de "homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego" y pidió una pena de 18 años. A Marco Guerra lo acusó por "abuso de arma de fuego" y pidió 5 años y 8 meses de prisión efectiva, agregando la causa del Concejo Deliberante. Y se abstuvo de acusar a Miguel Guerra por el beneficio de la duda.