Seis de los 54 muertos del
accidente aéreo ocurrido el domingo en el este de
Indonesia fueron evacuados ayer a la ciudad de
Oksibil, adonde deben llegar 11 cuerpos más, indicó un responsable del ejército.
El aparato, un ATR 42-300 de la compañía indonesia Trigana Air con 54 personas (44 pasajeros adultos, cinco niños y cinco tripulantes), todos indonesios, se estrelló debido al mal tiempo en las montañas Bintang, un lugar de la jungla sin vías de acceso por tierra, a unos 15 kilómetros del aeropuerto de Oksibil donde debía aterrizar.
Las operaciones de evacuación de las víctimas comenzaron con atraso debido al mal tiempo.
Seis cuerpos ya están en Oksibil y once están siendo transportados por tierra, a pie, a través de la selva, dijo Pudji Teguh Rahardjo, portavoz del ejército en la provincia de Papúa.
Unas 300 persona participan en las operaciones de evacuación, que se efectúan por vía terrestre.
El accidente de la compañía regional es la tercera catástrofe aérea en menos de un año en Indonesia, país del sudeste asiático que tiene un balance muy malo en materia de seguridad aeronáutica.
Seis de los 54 muertos del
accidente aéreo ocurrido el domingo en el este de
Indonesia fueron evacuados ayer a la ciudad de
Oksibil, adonde deben llegar 11 cuerpos más, indicó un responsable del ejército.
El aparato, un ATR 42-300 de la compañía indonesia Trigana Air con 54 personas (44 pasajeros adultos, cinco niños y cinco tripulantes), todos indonesios, se estrelló debido al mal tiempo en las montañas Bintang, un lugar de la jungla sin vías de acceso por tierra, a unos 15 kilómetros del aeropuerto de Oksibil donde debía aterrizar.
Las operaciones de evacuación de las víctimas comenzaron con atraso debido al mal tiempo.
Seis cuerpos ya están en Oksibil y once están siendo transportados por tierra, a pie, a través de la selva, dijo Pudji Teguh Rahardjo, portavoz del ejército en la provincia de Papúa.
Unas 300 persona participan en las operaciones de evacuación, que se efectúan por vía terrestre.
El accidente de la compañía regional es la tercera catástrofe aérea en menos de un año en Indonesia, país del sudeste asiático que tiene un balance muy malo en materia de seguridad aeronáutica.