Concluida su visita de Estado a Francia, el presidente Enrique Peña Nieto llegó ayer a un México indignado por la fuga del poderoso capo Joaquín "El Chapo" Guzmán y que le exige medidas contundentes para restaurar la dañada credibilidad de su Gobierno.
El escándalo internacional por la segunda huida de "El Chapo" de un penal de máxima seguridad encontró al Presidente volando el sábado hacia París.
Ávido de captar inversiones ante una economía que crece menos de lo esperado, Peña Nieto decidió mantener esta visita de cinco días, aún consciente de que a su vuelta le esperaría una auténtica tormenta política y social.
"El problema de la fuga no es que la inseguridad pueda crecer sino el problema político que generó. El presidente tiene prácticamente la obligación de salir públicamente y decir qué va a cambiar", dijo a una agencia de noticias Roy Campos, presidente de la encuestadora Consulta Mitofsky.
La noche el sábado el poderoso capo de 58 años protagonizó otra evasión "hollywoodiense" a través de un túnel de 1,5 km.
Peña Nieto tiene previsto un acto público a las 18.30 en su residencia de Los Pinos, donde podría volver a referirse a la bochornosa fuga de la que sólo habló el domingo pasado considerándola una "afrenta al Estado".
La captura de "El Chapo" en febrero del año pasado era el mayor logro del mandatario en la lucha contra el narcotráfico y su segundo escape del supuesto penal más seguro del país ha marcado la que puede ser su semana más negra desde que asumió el poder en diciembre de 2012.
Ni siquiera tuvo un respiro el miércoles con la esperada primera licitación petrolera para compañías privadas en casi 80 años, que acabó con decepcionantes resultados y la baja participación de los gigantes del sector empresarial.
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Concluida su visita de Estado a Francia, el presidente Enrique Peña Nieto llegó ayer a un México indignado por la fuga del poderoso capo Joaquín "El Chapo" Guzmán y que le exige medidas contundentes para restaurar la dañada credibilidad de su Gobierno.
El escándalo internacional por la segunda huida de "El Chapo" de un penal de máxima seguridad encontró al Presidente volando el sábado hacia París.
Ávido de captar inversiones ante una economía que crece menos de lo esperado, Peña Nieto decidió mantener esta visita de cinco días, aún consciente de que a su vuelta le esperaría una auténtica tormenta política y social.
"El problema de la fuga no es que la inseguridad pueda crecer sino el problema político que generó. El presidente tiene prácticamente la obligación de salir públicamente y decir qué va a cambiar", dijo a una agencia de noticias Roy Campos, presidente de la encuestadora Consulta Mitofsky.
La noche el sábado el poderoso capo de 58 años protagonizó otra evasión "hollywoodiense" a través de un túnel de 1,5 km.
Peña Nieto tiene previsto un acto público a las 18.30 en su residencia de Los Pinos, donde podría volver a referirse a la bochornosa fuga de la que sólo habló el domingo pasado considerándola una "afrenta al Estado".
La captura de "El Chapo" en febrero del año pasado era el mayor logro del mandatario en la lucha contra el narcotráfico y su segundo escape del supuesto penal más seguro del país ha marcado la que puede ser su semana más negra desde que asumió el poder en diciembre de 2012.
Ni siquiera tuvo un respiro el miércoles con la esperada primera licitación petrolera para compañías privadas en casi 80 años, que acabó con decepcionantes resultados y la baja participación de los gigantes del sector empresarial.
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