La emoción por la visita del
Papa Francisco a
Paraguay fue visible en los miles de fieles católicos, paraguayos, argentinos y brasileños que consideraron la llegada del
Santo Padre como una "bendición" que los colmó de "fe y esperanza".
Los visitantes que llegaron ayer a la ciudad paraguaya de Caacupé para participar de la misa papal en familia colmaron todos los espacios posibles cercanos al santuario.
Desde ancianos hasta jóvenes y niños, cantaban, rezaban, aplaudían y desplegaban sus banderas, carteles y grandes fotos de Francisco.
Daniel Juárez y Silvina Román son parte de una delegación de 250 fieles provenientes de Buenos Aires, de la parroquia Caacupé del barrio de Barracas. Para ellos, ver al Papa es "especialmente emocionante, porque trabajamos con él cuando era cardenal", dijo el hombre. "Una sorpresa verlo a Francisco en el Vaticano, después de haberlo visto caminando por los pasillos de la villa", agregó.
Ambos trabajan en Buenos Aires junto al padre Pepe Di Paola, que misionaba junto al Papa cuando era el cardenal
Jorge Bergoglio.
Con un orgullo visible, Silvina contó que también son parte de la asociación Nuestra Señora del Luján y que "también integra el Papa".
A su lado, Antonio Acosta, un joven padre paraguayo que tenía su hijo sobre sus hombros, llegó a Caacupé desde Asunción con su familia y dijo que la llegada del Santo Padre "es una bendición para nuestro país. Nos sentimos especiales, porque entre tantos países de Latinoamérica eligió visitar Paraguay".
Hoy, en su último día de viaje, el líder de la Iglesia Católica visitará la población del Bañado Norte, una barriada pobre cercana a Asunción y después celebrará Misa en el campo grande de Ñu Guazú, donde rezará el Ángelus dominical. Luego Francisco mantendrá un encuentro con los obispos de Paraguay en el Centro cultural de la Nunciatura Apostólica.
A las 20 (hora de Argentina) despegará rumbo a Roma, donde se prevé que llegue a las 13:45 hora local al Aeropuerto Ciampino para dirigirse, desde ahí, al Vaticano.
La emoción por la visita del
Papa Francisco a
Paraguay fue visible en los miles de fieles católicos, paraguayos, argentinos y brasileños que consideraron la llegada del
Santo Padre como una "bendición" que los colmó de "fe y esperanza".
Los visitantes que llegaron ayer a la ciudad paraguaya de Caacupé para participar de la misa papal en familia colmaron todos los espacios posibles cercanos al santuario.
Desde ancianos hasta jóvenes y niños, cantaban, rezaban, aplaudían y desplegaban sus banderas, carteles y grandes fotos de Francisco.
Daniel Juárez y Silvina Román son parte de una delegación de 250 fieles provenientes de Buenos Aires, de la parroquia Caacupé del barrio de Barracas. Para ellos, ver al Papa es "especialmente emocionante, porque trabajamos con él cuando era cardenal", dijo el hombre. "Una sorpresa verlo a Francisco en el Vaticano, después de haberlo visto caminando por los pasillos de la villa", agregó.
Ambos trabajan en Buenos Aires junto al padre Pepe Di Paola, que misionaba junto al Papa cuando era el cardenal
Jorge Bergoglio.
Con un orgullo visible, Silvina contó que también son parte de la asociación Nuestra Señora del Luján y que "también integra el Papa".
A su lado, Antonio Acosta, un joven padre paraguayo que tenía su hijo sobre sus hombros, llegó a Caacupé desde Asunción con su familia y dijo que la llegada del Santo Padre "es una bendición para nuestro país. Nos sentimos especiales, porque entre tantos países de Latinoamérica eligió visitar Paraguay".
Hoy, en su último día de viaje, el líder de la Iglesia Católica visitará la población del Bañado Norte, una barriada pobre cercana a Asunción y después celebrará Misa en el campo grande de Ñu Guazú, donde rezará el Ángelus dominical. Luego Francisco mantendrá un encuentro con los obispos de Paraguay en el Centro cultural de la Nunciatura Apostólica.
A las 20 (hora de Argentina) despegará rumbo a Roma, donde se prevé que llegue a las 13:45 hora local al Aeropuerto Ciampino para dirigirse, desde ahí, al Vaticano.