Miles de personas conmemoraron ayer en la localidad bosnia de
Srebrenica el 20º aniversario de la
masacre de 8.000 musulmanes por las fuerzas serbobosnias, en una ceremonia empañada por los lanzamientos de piedras contra el primer ministro serbio, que tuvo que abandonar el memorial.
El dirigente serbio,
Aleksandar Vucic, un antiguo multranacionalista reconvertido en proeuropeo convencido, acababa de depositar una flor ante un monumento con los nombres de las 6.200 víctimas identificadas y enterradas en el memorial, cuando la multitud empezó a gritar Alá Akbar (Dios es grande) y a lanzarle piedras.
Flanqueado por sus guardaespaldas, el primer ministro logró abandonar el lugar, después de que una piedra le diera en la cabeza, mientras los organizadores pedían calma por los altavoces.
Un total de 6.241 cuerpos identificados están enterrados en este lugar.
Miles de personas conmemoraron ayer en la localidad bosnia de
Srebrenica el 20º aniversario de la
masacre de 8.000 musulmanes por las fuerzas serbobosnias, en una ceremonia empañada por los lanzamientos de piedras contra el primer ministro serbio, que tuvo que abandonar el memorial.
El dirigente serbio,
Aleksandar Vucic, un antiguo multranacionalista reconvertido en proeuropeo convencido, acababa de depositar una flor ante un monumento con los nombres de las 6.200 víctimas identificadas y enterradas en el memorial, cuando la multitud empezó a gritar Alá Akbar (Dios es grande) y a lanzarle piedras.
Flanqueado por sus guardaespaldas, el primer ministro logró abandonar el lugar, después de que una piedra le diera en la cabeza, mientras los organizadores pedían calma por los altavoces.
Un total de 6.241 cuerpos identificados están enterrados en este lugar.