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5 de Julio,  Jujuy, Argentina
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Octogenaria muere infartada al ser tomada de rehén en asalto

Domingo, 03 de mayo de 2015 00:00
Una mujer de 81 años murió infartada cuando era rehén de tres delincuentes que saqueaban su vivienda en la localidad bonaerense de José C. Paz, a la que habían ingresado por una puerta interna de una famosa empresa funeraria en donde ya habían reducido a su nieto.
El tremendo suceso se registró en la localidad bonaerense de José C. Paz y los hampones, que lograron darse a la fuga, eran intensamente buscados por la policía.
La infortunada víctima fue identificada como María Esther Quetglas, de 81 años.
Según trascendió, los hechos comenzaron cuando Horacio Martín Oviedo, de 21 años, se hallaba en uno de los locales de la "Cochería Oviedo", situado en avenida Presidente Juan Domingo Perón al 3.900, oportunidad en la que un individuo de aproximadamente 35 años y una mujer de alrededor de 40 arribaron al establecimiento y le dijeron que tenían que contratar un servicio.
Según un diario porteño, de inmediato un tercer asaltante -un hombre de unos 30 años- ingresó al comercio sumándose a sus cómplices.
Intervinieron en la causa los funcionarios pertenecientes al departamento judicial de San Martín. Intervinieron en la causa los funcionarios pertenecientes al departamento judicial de San Martín.
Los delincuentes fingieron ser clientes y, mientras el muchacho los conducía a la parte trasera del establecimiento con la intención de mostrarles los diversos ataúdes, lo redujeron por la fuerza, mediante la utilización de armas de fuego, y acto seguido, lo inmovilizaron con precintos plásticos.
Con la situación ya controlada, los delincuentes comenzaron a revisar el negocio y entonces descubrieron una puerta lateral, que conducía a una finca aledaña, la cual era habitada por la anciana, abuela del muchacho.
Los asaltantes redujeron a la mujer y también revisaron dicha vivienda, en tanto que luego huyeron.
Yacía muerta
Momentos después, Oviedo alcanzó a liberarse de los precintos y corrió a socorrer a su abuela, pero con espanto vio que la octogenaria yacía muerta, boca arriba, sobre la cama.
En un comienzo, se creyó que la mujer había perecido a raíz de una agresión perpetrada por los maleantes, aunque posteriormente se estableció que el deceso de la víctima había sido como consecuencia de un ataque cardíaco, que padeció debido a la enorme tensión que tuvo que soportar a manos de los malvivientes.
Pesquisas de la comisaría 1ª de José C. Paz realizaron procedimientos, con la intención de averiguar el paradero de los marginales.

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Una mujer de 81 años murió infartada cuando era rehén de tres delincuentes que saqueaban su vivienda en la localidad bonaerense de José C. Paz, a la que habían ingresado por una puerta interna de una famosa empresa funeraria en donde ya habían reducido a su nieto.
El tremendo suceso se registró en la localidad bonaerense de José C. Paz y los hampones, que lograron darse a la fuga, eran intensamente buscados por la policía.
La infortunada víctima fue identificada como María Esther Quetglas, de 81 años.
Según trascendió, los hechos comenzaron cuando Horacio Martín Oviedo, de 21 años, se hallaba en uno de los locales de la "Cochería Oviedo", situado en avenida Presidente Juan Domingo Perón al 3.900, oportunidad en la que un individuo de aproximadamente 35 años y una mujer de alrededor de 40 arribaron al establecimiento y le dijeron que tenían que contratar un servicio.
Según un diario porteño, de inmediato un tercer asaltante -un hombre de unos 30 años- ingresó al comercio sumándose a sus cómplices.
Intervinieron en la causa los funcionarios pertenecientes al departamento judicial de San Martín. Intervinieron en la causa los funcionarios pertenecientes al departamento judicial de San Martín.
Los delincuentes fingieron ser clientes y, mientras el muchacho los conducía a la parte trasera del establecimiento con la intención de mostrarles los diversos ataúdes, lo redujeron por la fuerza, mediante la utilización de armas de fuego, y acto seguido, lo inmovilizaron con precintos plásticos.
Con la situación ya controlada, los delincuentes comenzaron a revisar el negocio y entonces descubrieron una puerta lateral, que conducía a una finca aledaña, la cual era habitada por la anciana, abuela del muchacho.
Los asaltantes redujeron a la mujer y también revisaron dicha vivienda, en tanto que luego huyeron.
Yacía muerta
Momentos después, Oviedo alcanzó a liberarse de los precintos y corrió a socorrer a su abuela, pero con espanto vio que la octogenaria yacía muerta, boca arriba, sobre la cama.
En un comienzo, se creyó que la mujer había perecido a raíz de una agresión perpetrada por los maleantes, aunque posteriormente se estableció que el deceso de la víctima había sido como consecuencia de un ataque cardíaco, que padeció debido a la enorme tensión que tuvo que soportar a manos de los malvivientes.
Pesquisas de la comisaría 1ª de José C. Paz realizaron procedimientos, con la intención de averiguar el paradero de los marginales.

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