El presidente de Cuba, Raúl Castro, agradeció ayer al Papa Francisco su "contribución al deshielo" entre la isla caribeña y Estados Unidos anunciado en diciembre pasado, durante una reunión privada que mantuvieron ayer en el Vaticano, y destacó sentirse "verdaderamente impresionado por su sabiduría". "Agradecí al Papa la contribución al deshielo entre Cuba y Estados Unidos", sostuvo Castro a la prensa tras la reunión "estrictamente privada", como la había definido el portavoz vaticano Federico Lombardi, que mantuvieron durante 55 minutos en el estudio del Sumo Pontífice, próximo a la sala Paulo VI.
"Fue una reunión muy agradable con Francisco. Es un jesuita, y yo también, siempre he estado en escuelas jesuitas", describió Castro y prometió "ir a todas las misas cuando vaya el Papa a Cuba en septiembre, yo soy comunista pero voy a volver a la Iglesia". "Quedé verdaderamente impresionado por su sabiduría, su modestia y todas las virtudes que sabemos que tiene", agregó el mandatario cubano.
Tras el encuentro, del que medios italianos como la RAI destacaron que fue incluso más largo que el mantenido con el mandatario de Estados Unidos Barack Obama (52 minutos), Francisco le obsequió una medalla de San Martín de Tours simbolizando el abrazo a los pobres como símbolo "de buena voluntad", y una de sus encíclicas, la Evangelii Gaudium.
Castro, en tanto, le regaló al Sumo Pontífice una medalla de conmemoración por los 200 años de la catedral de La Habana, de las que sólo hay 25, y un cuadro del artista cubano Alexis Leyva Machado, Kcho, "inspirado" en el viaje de Francisco en 2013 a Lampedusa, que representa una cruz hecha con barcazas como las de los inmigrantes que arriban a Europa desde el norte de África.
Tras el encuentro con Francisco, Castro visitó al presidente del Consejo de Ministros de Italia, Matteo Renzi en la sede del gobierno, con quien coincidió en el carácter "histórico" de la visita y se comprometieron a "trabajar juntos" en el futuro.
"Es un día de gran alegría para nosotros. Nuestros gobiernos han trabajado durante muchos meses y van a seguir trabajando. También es un día de alegría para los italianos que aman Cuba y los cubanos que aman Italia. Es un día en el que podemos tocar con las manos y en el que mucho está cambiando y que la Historia sigue su curso, y que queremos, y seremos, protagonistas de esta historia", detalló Renzi. Así mismo, recordó la historia de las relaciones entre los dos países, y reveló que Castro le narró la historia de su familia, proveniente de Galicia, al tiempo que reflexionó en declaraciones a la prensa tras el encuentro de casi una hora que se trataba de "una página nueva de la historia y yo estoy muy convencido de que podemos hacer muchas cosas juntos". A su vez, el mandatario cubano destacó a la reunión como "importante" en la que se habló "de todo, del pasado hasta la actualidad. Y de las relaciones históricas que han existido entre italianos y cubanos".
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El presidente de Cuba, Raúl Castro, agradeció ayer al Papa Francisco su "contribución al deshielo" entre la isla caribeña y Estados Unidos anunciado en diciembre pasado, durante una reunión privada que mantuvieron ayer en el Vaticano, y destacó sentirse "verdaderamente impresionado por su sabiduría". "Agradecí al Papa la contribución al deshielo entre Cuba y Estados Unidos", sostuvo Castro a la prensa tras la reunión "estrictamente privada", como la había definido el portavoz vaticano Federico Lombardi, que mantuvieron durante 55 minutos en el estudio del Sumo Pontífice, próximo a la sala Paulo VI.
"Fue una reunión muy agradable con Francisco. Es un jesuita, y yo también, siempre he estado en escuelas jesuitas", describió Castro y prometió "ir a todas las misas cuando vaya el Papa a Cuba en septiembre, yo soy comunista pero voy a volver a la Iglesia". "Quedé verdaderamente impresionado por su sabiduría, su modestia y todas las virtudes que sabemos que tiene", agregó el mandatario cubano.
Tras el encuentro, del que medios italianos como la RAI destacaron que fue incluso más largo que el mantenido con el mandatario de Estados Unidos Barack Obama (52 minutos), Francisco le obsequió una medalla de San Martín de Tours simbolizando el abrazo a los pobres como símbolo "de buena voluntad", y una de sus encíclicas, la Evangelii Gaudium.
Castro, en tanto, le regaló al Sumo Pontífice una medalla de conmemoración por los 200 años de la catedral de La Habana, de las que sólo hay 25, y un cuadro del artista cubano Alexis Leyva Machado, Kcho, "inspirado" en el viaje de Francisco en 2013 a Lampedusa, que representa una cruz hecha con barcazas como las de los inmigrantes que arriban a Europa desde el norte de África.
Tras el encuentro con Francisco, Castro visitó al presidente del Consejo de Ministros de Italia, Matteo Renzi en la sede del gobierno, con quien coincidió en el carácter "histórico" de la visita y se comprometieron a "trabajar juntos" en el futuro.
"Es un día de gran alegría para nosotros. Nuestros gobiernos han trabajado durante muchos meses y van a seguir trabajando. También es un día de alegría para los italianos que aman Cuba y los cubanos que aman Italia. Es un día en el que podemos tocar con las manos y en el que mucho está cambiando y que la Historia sigue su curso, y que queremos, y seremos, protagonistas de esta historia", detalló Renzi. Así mismo, recordó la historia de las relaciones entre los dos países, y reveló que Castro le narró la historia de su familia, proveniente de Galicia, al tiempo que reflexionó en declaraciones a la prensa tras el encuentro de casi una hora que se trataba de "una página nueva de la historia y yo estoy muy convencido de que podemos hacer muchas cosas juntos". A su vez, el mandatario cubano destacó a la reunión como "importante" en la que se habló "de todo, del pasado hasta la actualidad. Y de las relaciones históricas que han existido entre italianos y cubanos".
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